El Malpensante/ Por Carlos Alberto Rosales

@Carlos85458323
Debilidades y obsesiones del gobernador en otro año electoral
Sin lugar a dudas el primer mandatario quintanarroense tiene malos coachs políticos y esto, conspira en contra de cualquier estrategia que trate de impulsar para hacerlo parecer un político “cercano a la gente”.

Es simpático emular al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que viaja en sus traslados al interior de México en Viva Aerobús y que, el gobernador lo haga por Interjet, en hora pico y, en económica para que la ciudadanía “sienta” su cercanía con la “raza”. Mensaje, un tanto pueril cuando días después alista una “gran comitiva” de invitados y reporteros para que lo acompañen en un vuelo VIP a la Feria de Fitur en Madrid, una de las tres más importantes del mundo turístico junto a la de Berlín, en marzo y, Londres en Octubre de cada año.

Pero, es que a este nivel han llegado las cosas en Quintana Roo, que los “todólogos” políticos del círculo rojo de Carlos Joaquín echa mano a cualquier argucia que distraiga a los ciudadanos de lo concreto y plausible que es, la crisis de inseguridad y contingencia ambiental del sargazo, sumadas a la precariedad en la calidad de vida que a diario viven los quintanarroenses.

Pero, cuidado que esta crisis de violencia e inseguridad fiel reflejo de la ausencia de liderazgo en la lucha contra la criminalidad no es achacable exclusivamente al gobernador en turno. Todo este descalabro en los índices de violencia hace suponer que existe una guerra de pandillas criminales permanente que no se ponen de acuerdo en la jurisdicción territorial que les toca. Y, Esas jurisdicciones desde antaño, se las fijaba el poder constituido para mantener el statu quo que permitiera que no se cometieran excesos.

El mal asesoramiento que recibe el Ejecutivo que, a título personal creo como muchos es pura “rata de albañal” y, corruptos estructurales que operan en Quintana Roo sin razón de continuidad nos ha llevado a este estado de situación irreversible.

Todo lo expuesto nos enfrentará en el lejano 2022 a una situación similar a la que vivimos actualmente; porque los que hoy se exceden y utilizan al Estado como botín de guerra, deberán recorrer el mismo derrotero legal que sus antecesores, cuando sean investigados por mala administración y utilización indebida de recursos públicos.
Pero si tenemos que dar certezas sobre la percepción de los ciudadanos sobre la gestión de Carlos Joaquín, el propio líder de “Confianza por Quintana Roo”, Alfredo Caamal Huchim, es el fiel de la balanza al reconocer que en “zonas urbanas del Estado disminuyó la confianza en Carlos Joaquín”

Confianza es un partido creado e inscripto como apoyo a la gestión del actual mandatario estatal ideado por Juan De la Luz Enríquez, el “cerebrito” político que le hace cometer al Ejecutivo sus grandes yerros en pos de la concentración de poder político. Ahora bien, si en los próximos meses pre electorales. Quintana Roo sigue como hasta hoy; es obvio que la imagen y gestión gubernamental se seguirá demeritando.
Conclusiones similares se repiten en cualquier reunión o corrillos de café a la que uno asista y, en las que se platique del brutal cambio de vida que se ha dado en los últimos años en Quintana Roo.

Los comentarios e interrogantes en las mesas giran en torno a tres preguntas básicas. ¿Cómo hay que evaluar la gestión de Carlos Joaquín? ¿Qué ocurrirá este año a la hora de votar? y, lo la más importante: ¿qué chances tiene de ser reconocido como un gobernador que cumplió y rompió con la historia reciente de una política de opacidad que gobernó en los últimos 5 lustros?

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