El Malpensante/  De sacrílegos  recalculando en un GPS sin baterías

Por Carlos Alberto Rosales

@Carlos85458323

El  Segundo Informe de Gobierno ya pasó y fue más un dechado de buenas intenciones y promesas incumplidas pero, es importante no caer en la hipocresía de hacer a todos responsables por igual.

Sigo pensando que Carlos Joaquín es un hombre de bien con el serio problema y  necesidad de reestructurar su gobierno para que  tenga  futuro posible.

Las críticas y observaciones a su gestión no son nuevas y, son producto de la manera de gobernar junto a sus amigos que no garantiza necesariamente conocimientos de gestión ante la complejidad pública y de, diferentes frentes que aborda hoy la administración del gobernador.

Con la salida a principios de año de sus operadores políticos más eficaces: Julián Ricalde, Miguel Ramón Martín Azueta y la probada efectividad de Juan Vergara Fernández para dar “los números” del primer tramo de la gestión, Carlos Joaquín perdió el empuje que traía  en los primeros meses de gobierno.

Lo mejor que hizo el gobernador Carlos Joaquín durante la campaña de 2016 y en algunos meses de su primer año de gestión fue olvidarse de los esquemas ideológicos, escuchar a la gente de verdad, sus problemas, lo que verdaderamente les importa, lo que quieren, lo que les preocupa.

Lamentablemente esa buena dinámica del gobernador se perdió rápidamente por la incompetencia de muchos de sus funcionarios que cayeron en el  inmovilismo. Y, éste también causa  corrupción que permite que algunos vivales de la política, que referenciaremos más adelante; asociados a oportunistas  armen negociados y proyectos coyunturales con el sólo objetivo de lucrar a costa del gobierno y la ciudadanía.

En su Segundo  Informe el gobernador Carlos Joaquín trato de dar certezas de  que la lucha contra la corrupción sigue y, es real, que la lucha contra la inseguridad va en serio o que, la lucha contra el nuevo adversario de Quintana Roo, – el sargazo-, será  exitosa.

Sin GPS el gobierno  joaquinista ha ido a la deriva  por la falta de un plan de políticas públicas a mediano y largo plazo.  Se quedó con el cacareado recurso político de aquello de que “el que las hace las paga” e, incluso la recuperación de bienes de políticos corruptos no se ha logrado  en la medida  de lo que los ciudadanos esperábamos.

Seguimos siendo un estado endeudado, jaqueado por la inseguridad, el crimen organizado y  la crisis medioambiental del sargazo por la inexperiencia en la gestión.

El discurso del Gobernador tuvo vehemencia en alguno de sus  tramos como cuando recordó que hace dos años se instaló un nuevo estilo de gobernar, que debe servir de ejemplo de los que quieran gobernar. También cuando haciendo referencia a  las elecciones del 1 de julio próximo pasado  que “·abrieron una nueva etapa, para renovar la vida pública y corregir errores para alcanzar bienestar para los quintanarroenses”. “Todos necesitamos trabajar para devolverle la confianza a Quintana Roo”, invitando a  los presidentes electos a acatar el mandato constitucional y ser austeros, humildes e incluyentes. Posteriormente en un rapto de sinceridad reconoció que no se “resolverán   todos los problemas, pero se deben dar los pasos y tratar de lograrlos.

En esos momentos  observe que el “Cambio nada cambia”, pues en   una posición privilegiada y de cercanía al presídium,  charlaban   afable y sonrientes   integrantes del “Club de los contratistas  de Quintana Roo”. Me llamo mucho la atención la presencia del cantante Omar Terrazas, esposo del alcalde electo de Benito Juárez, Mara Lezama, platicando muy animadamente con el ex presidente municipal de Cancún, Carlos Canabal, aquel que le hiciera la zancadilla a Juan Ignacio García Zalvidea, para apropiarse del interinato del trienio del “Chacho”.  Canabal, es también, el fronting con un político innombrable  de la  concesión de recolección de basura del municipio turístico  más importante del país,  Mara Lezama, tendrá entre sus primeras encomiendas,  discutir  con Canabal, algunos de los puntos oscuros  de una licitación  “sospechada” que ya es una papa caliente y, en la que más temprano que tarde, deberá definir  ajustes para  un nuevo esquema  de un  servicio que es  costoso y no satisface a los cancuneses.

Rescato una declaración  horas previas al Informe, cuando el gobernador expresó: ““Para promover el cambio en favor de los quintanarroenses, lo primero que tuvimos que hacer fue fortalecer las instituciones y desmantelar a los grupos de interés y privilegio que fueron un fuerte obstáculo, tarea en la que hemos avanzado, pero falta mucho por hacer” y mucho por cambiar para que las transformaciones se hagan realidad.

Pour la gallerie, un gran  amigo, conspicuo priista en rebeldía me platicó que el cierre de micrófono sufrido por el diputado  Carlos Mario Villanueva, demuestra a las claras que “este gobierno se cree por encima de la gente, un gobierno ineficiente que no ha aportado gran cosa a la pacificación y desarrollo de Quintana Roo… Si decían la verdad no los votaban”

Los sospechosos de siempre

En su columna En Firme que publica en el rotativo nacional Excélsior,  David Páramo público bajo el subtítulo de: Ladrones, hizo referencia al asesor histórico del gobernador del  Estado, Juan de la Luz Enríquez Kanfachi,  ideólogo  junto a Horacio Bernal del tristemente célebre  “grupo Tepito” que desde principios desde 2000 vienen asesorando y cometiendo exacciones y pingues negocios en las administraciones municipales de Magaly Achach Ayuso en Cancún, Carlos Hernández Blanco en Cozumel, Carlos Joaquín en Solidaridad  entre otros.

David Páramo en su columna lo tilda de “lúgubre personaje” que se presenta como asesor y consultor del Gobierno de Quintana Roo, dependiendo funcionalmente de la Coordinación Administrativa de la Oficialía Mayor  del gobierno de Quintana Roo  a cargo de Manuel Alamilla.

El personaje de marras asesora como hemos comentado desde las épocas en que el gobernador Carlos Joaquín era presidente municipal de Solidaridad en el trienio 2005 – 2008, luego lo acompaño en la secretaría de Turismo estatal en el sexenio de Félix González Canto, para luego desembarcar en San Lázaro durante el mandato de diputado federal de Joaquín González a quien también acompañó en el primer tramo del sexenio de Enrique Peña Nieto en la Secretaria de Turismo en la Subsecretaría de Innovación Turística con el rango de director y  firma subrogada del subsecretario para el manejo de fondos discrecionales a estados y municipios.

Ya en el gobierno del Estado desde 2016, reunió nuevamente a los acólitos del ex grupo Tepito entre los que se encuentran: Haidee Serrano, Virgilio Gómez Morales, Juan Carlos Pereyra Escudero Felipe Ornelas Piñón, Gustavo Ferrari Wofelson;  y Jesús Enríquez

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