• El investigador Gerardo Ceballos reconoció que proyectos como el Tren Maya cuentan con programas de mitigación ambiental
• La conservación de la fauna por los próximos 15 años va a determinar el equilibrio económico
Cancún, a 06 de agosto de 2021.- La fauna silvestre juega un papel fundamental en las condiciones de vida en la tierra; cada vez que se pierde una especie, se pierde la capacidad de sostener a los seres vivos en general y al ser humano en particular, señala el investigador mexicano Gerardo Ceballos González.
El ecólogo apunta que lo anterior puede provocar el colapso de la civilización y de los humanos más pronto de lo que se piensa. Los servicios ambientales bajo amenaza son: la correcta mezcla de gases para equilibrar la atmósfera que sustenta la vida en la tierra; la calidad y cantidad de agua potable usada por los humanos; y la fertilización de los cultivos humanos (75% de todos los cultivos son polinizados por animales como abejas, aves y murciélagos, entre otros).
“¿Cuáles son los tres factores que provocan la extinción de poblaciones y especies de fauna silvestre? El crecimiento desmedido de la población humana, así como el consumo excesivo de recursos y el uso de tecnologías energéticas ineficientes”, afirmó el científico.
Ceballos González lidera los estudios científicos que determinarán el diseño y la ubicación de pasos de fauna especializados y de alta inversión para tales efectos, que se realizarán en la etapa uno de construcción del Tren Maya, que va de Palenque, Chiapas, hasta Tulum, Quintana Roo.
Reconoció que como parte de las acciones de mitigación y compensación del Tren Maya, grupos de especialistas se encuentran elaborando una estrategia de reconexión de corredores biológicos en las zonas del sureste de México, por donde pasará el Tren Maya.
“Una buena oportunidad de hacer las cosas bien es el Tren Maya, que puede tener una contribución enormemente positiva para tratar de detener el deterioro en la península, pues en el proyecto hay voluntad de hacer las cosas bien desde el punto de vista social y científico”, expresó.
Agregó que parte de las estrategias acordadas con el proyecto “es consolidar las áreas naturales protegidas y los corredores biológicos para la fauna silvestre de la península de Yucatán: ampliar Calakmul, Tulum y Cuxtal; aumentar el Pago por Servicios Ambientales para áreas de corredores biológicos (a una escala que no se ha visto en México, con el fin de detener y revertir el cambio ocurrido en los últimos tiempos), y la construcción de pasos de fauna”.
Sobre la situación actual de la fauna silvestre, el investigador señaló que está cerca de llegar a una inflexión de la cual ya no será fácil regresar a un punto de equilibrio parecido al que hemos tenido durante los últimos miles de años. El problema es para esta generación, pues los expertos, como Ceballos González sostienen que el colapso de la civilización puede comenzar antes del año 2050.
Sin embargo, indicó que se puede evitar el colapso de la civilización. “Hay tiempo pero es muy limitado. Lo que ocurra con la fauna silvestre dentro de los próximos 15 años va a determinar lo que sobreviva en la tierra. Lo que se decida en este siglo determinará cuántos siglos más se mantendrá la humanidad. Hay muchos avances tecnológicos y de conocimiento que permiten tener esperanza. Lo que hay que hacer es trabajar para evitar que se sigan perdiendo los ambientes naturales”, finalizó.
NUMERALIA
- Desde 1970 se ha perdido el 70% de los animales del mundo.
- De toda la biomasa de las aves en el planeta, 11 mil especies de aves representan el 30% (las silvestres) y sólo dos especies de aves domésticas (pollo y pavo) son el 70%.
- De la biomasa completa de la tierra: 60% son animales para consumo, 36% somos humanos y 4% animales silvestres.
- El 75% de los cultivos para consumo humano son polinizados total o parcialmente por animales (ejemplo: abejas, murciélagos, mariposas, aves, etc).
- El impacto de la deforestación en la península de Yucatán fue de 60,000 hectáreas anuales durante 30 años: 1,800,000 has (sólo quedan dos millones de hectáreas de selva).
