La empresa naviera Ultramar, conocida por su muelle al final de la avenida Constituyentes en Playa del Carmen, ha anunciado la demolición de esta estructura para construir un nuevo muelle con mayor calado y capacidad para embarcaciones. Esta iniciativa ha generado preocupación entre los habitantes y ambientalistas, dado que la construcción original se llevó a cabo de manera ilegal, afectando considerablemente la zona costera.
La secretaria de Medio Ambiente de Quintana Roo, Lourdes Varguez Ocampo, confirmó que, pese a las controversias, el muelle actual ha sido regularizado ante las autoridades. Varguez Ocampo declaró:
“Yo tengo entendido que la empresa ya tiene los permisos correspondientes, pero el nuevo proyecto, según Ultramar, busca reducir el impacto ambiental en la zona. El muelle actual presenta problemas estructurales y no cumple con las normativas de seguridad. La nueva propuesta integrará tecnologías avanzadas para minimizar los daños ambientales y mejorar la seguridad operativa.”
Impacto ambiental previo
La construcción del muelle original provocó daños significativos en la zona de El Recodo, donde se registró una grave erosión de las playas que alteró el ecosistema. En años recientes, esta área también ha sido gravemente afectada por el recale masivo de sargazo, cuya acumulación se agrava por la falta de una salida natural, complicando aún más la situación ambiental.
Aunque en un principio se solicitó la demolición del muelle, especialistas advirtieron que esta acción podría generar un impacto mayor en la región. Ante esta preocupación, se decidió mantener la estructura, pero se prohibió su operación por parte de la empresa naviera.
El nuevo proyecto de Ultramar está siendo revisado cuidadosamente por las autoridades para evitar los errores cometidos en el pasado. La comunidad ambientalista y los residentes de Playa del Carmen se mantienen atentos al desarrollo de esta situación, preocupados por los posibles efectos que podría tener en el frágil ecosistema costero.
