El pasado 27 de diciembre, un ataque armado en Santiago Papasquiaro, Durango, dejó tres personas fallecidas y un adolescente estadounidense gravemente herido, reportó The New York Times.
El menor, identificado como Jason Peña, sufrió una lesión severa en la parte trasera de la cabeza y fue trasladado a un hospital público en Durango. Sin embargo, debido a la falta de equipo médico especializado para tratar sus heridas, la familia del adolescente gestionó su traslado a Texas para recibir atención médica adecuada. Según la publicación, Jason presentaba lesiones críticas que “le destrozaron la mitad de la cabeza”.
El ataque ocurrió durante un viaje familiar de Vicente Peña, residente de Chicago, quien viajó a Durango acompañado de sus dos hijos, Jason y un menor de nueve años, para visitar a familiares. El viernes por la noche, alrededor de las 9:00 p.m., la familia salió a comprar a una tienda local. Dos horas después, las autoridades encontraron el vehículo con tres cuerpos baleados y al adolescente gravemente herido afuera del automóvil.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Vicente Peña, padre de Jason; Antonio Fernández, su tío; y Jorge Eduardo Vargas, un familiar.
El caso ha generado conmoción debido a la brutalidad del ataque y las condiciones en las que se encontró al menor. Mientras tanto, las autoridades locales no han proporcionado detalles sobre los posibles responsables ni los motivos del ataque. La familia de Jason continúa en espera de su estabilización médica en Texas.