Playa del Carmen- Fue uno de los árbitros de baloncesto que disfrutaba al máximo cada encuentro, en especial los partidos infantiles, en los qué más allá de aplicar el reglamento, era un guía para los pequeños, era una luz para aquellos que iban dando sus pasos en las canchas, pero al inicio de la tarde se hoy fue llamado para seguir pitando en la cancha celestial, la familia quintanarroense del deporte ráfaga recibió la noticia del fallecimiento de Herbert René López, mejor conocido como “La Ranita”, tras presentar complicaciones en su salud.
Nació un 3 de septiembre de 1972, desde muy joven mostró su amor por el deporte ráfaga, dando sus primeros pasos en el arbitraje y marcando con su estilo una forma interesante de llevar cada partido, algunos basquetbolistas, ya hoy en la categoría veteranos, lo recuerdan con mucho cariño, no tardó mucho en Chetumal y llegó a Cancún y Playa del Carmen para dar sus mejores actuaciones de ahí en adelante.
Fue árbitro en diversas categoría de en la zona norte del Estado, llegando a sancionar en la Liga Mayor y Liga del Sureste, batallando con jugadores de todo tipo, desde aquellos que se dedicaban a jugar limpio hasta aquellos mañosos que querían imponer su ley a toda costa, pese a esto La Ranita siempre se ganó el respeto del gremio, son varias las generaciones de basquetbolistas quintanarroenses que compartieron con el ya sea en el amateur o profesional.
Quienes tuvieron la fortuna de verlo trabajar en las ligas infantiles y juveniles tienen un sin fin de anécdotas que compartir, era evidente lo mucho que disfrutaba cada partido, usando un lenguaje amigable y enseñando las reglas a cuanto jugador tenía al frente, en ocasiones hasta celebraba los encestes como si fuera del equipo que lo había conseguido, mas que un show, era un deleite verlo sancionar en esos niveles.
En noviembre del año pasado, en el marco del XXIII Congreso Anual de la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos y la entrega del Premio Municipal del Deporte, recibió un reconocimiento por su destacada trayectoria en el deporte quintanarroense, atestiguando el momento personalidades como David Faitelson, Álvaro Morales, José Vazquez, Lili Campos, Amador Gutiérrez y mas de cincuenta cronistas deportivos de diversos Estados del país.
En los últimos meses lo vimos trabajar en Playa del Carmen, además de ser árbitro de baloncesto tenía un trabajo administrativo, su último trabajo fue en la Secretaría de Educación, lo cual le permitió tener el tiempo disponible para seguir arbitreando por las tardes y noches, ya sea en el domo de Galaxia, en Bomberos, en la Gonzalo Guerrero, en el Mario Villanueva o en el Poliforum, la pasión era la misma, siempre sonriente y amable, y con la entereza para aceptar cuando se había equivocado en alguna marcación, un hombre sencillo pero con gran experiencia en lo que hizo hasta sus últimos días.
Fue parte del cuerpo arbitral que sancionó el juego entre los Dorados de Playa del Carmen y los Tapires de Tizimin, para inaugurar la duela del gimnasio Poliforum de Playa del Carmen, en una noche en la que se contó con la presencia de Horacio Llamas, primer jugador mexicano en llegar a la NBA y que jugara con los Dorados junto a Edwin “pajarito” Sanchez, y cuyos números fueron retirados ante un lleno en el templo playense del baloncesto.
Se le extrañará con gran cariño y respeto, quienes compartieron en la cancha con él saben que su huella será imborrable, el baloncesto quintanarroense despide hoy a uno de los suyos, a alguien que vivió con pasión, alegría y entrega cada oportunidad que tuvo, ahora ha partido a la eternidad y su nombre será recordado por la posteridad.
Hasta siempre Ranita, que el colegio de árbitros celestial te reciba con los brazos abiertos.