Carlos Orvañanos, vocero estatal del Plan de Reactivación Económica, señaló que depende en gran parte de la población que se avance, en esta fase, del color naranja en el semáforo epidemiológico y no se retroceda al rojo
Chetumal, Quintana Roo, 29 de junio 2020.-El gobierno de Quintana Roo lanzó hoy un exhorto a la población para que aplique rigurosamente las medidas tendientes a disminuir los contagios por Covid-19 ya que existe un alto riesgo de que el virus se propague y la población regrese al confinamiento total como ha sucedido en otras partes del mundo.
Carlos Orvañanos, vocero estatal del Plan de Reactivación Económica, señaló que depende en gran parte de la población que se avance, en esta fase, del color naranja en el semáforo epidemiológico y no se retroceda al rojo pues si se retrocede las familias dejarán de percibir ingresos por falta de actividad económica ya que hoteles y otros negocios deberán, forzosamente, de cerrar y se restringirá de nuevo la movilidad.
Orvañanos indicó que en las primeras fases de la pandemia el Ejército y la Policía cumplieron la función de cuidar a la población para evitar más contagios y asegurar que permaneciera en sus casas y no hubiera aglomeraciones en los espacios públicos; ahora, durante la fase de reactivación económica, gran parte de esa responsabilidad recae en la ciudadanía porque ningún gobierno puede por sí mismo evitar contagios si la gente no sigue las medidas de protección.
Respecto a la exigencia de algunas personas en el norte de la entidad para que se abra el acceso de las playas públicas, el vocero indicó que es importante mantenerlas cerradas para evitar aglomeraciones; “no es que haga daño que la gente acuda a la playa, sino que se junten muchas personas y tengan mucho contacto”, remarcó.
Las playas en el norte del estado están abiertas por el momento para los turistas que han empezado a hospedarse en los hoteles y que, bajo certificación, aplican estrictas medidas sanitarias y de distanciamiento, con el fin de reactivar la economía y los empleos.
El Centro de Control de Enfermedades del gobierno de Estados Unidos determinó, asimismo, a las playas como lugares de “muy alto riesgo” por la carga viral o capacidad de transmisión del virus y en el condado de Miami-Dade volvieron a cerrar tras un repunte de casos.