“No sé quién se robó mi dinero, si fue el banco o quién, porque no conozco a ninguna Yazmín; yo soy Elizabeth Alpuche“
Chetumal, Q. Roo, 23 de abril 2019.-Una maestra de educación física que fue víctima de robo de identidad y de fraude inició una huelga de hambre desde ayer lunes afuera de una sucursal de Bancomer, institución bancaria que sigue sin resolver su situación y sin responderle, luego de que autorizaron que otra persona retirara dinero a su nombre.
El banco admitió haber cometido un error jurídico; de ahí, me pasaron a otros teléfonos y de atención a clientes y de ahí me decían que no podían resolverme nada; una tal Yazmín Pérez usurpó mi nombre y con eso o mi número de teléfono retiró dinero y mi pensión”, expresó en entrevista la afectada, Elizabeth Alpuche.
Además, destaca la profesora, tiene pensión por invalidez permanente, luego de haber sufrido un accidente.
Tiene un seguro de vida que le fue otorgado por una aseguradora, porque por parte del gobierno aún no le entran nada aún.
“Me fracturé la cadera y tengo una prótesis total de cadera; el dictamen de los médicos fue pensión por invalidez total o permanente; abrí mi cuenta en Bancomer; tengo año y medio viviendo aquí, viví 40 años en Tijuana pero soy de aquí”, comentó la profesora.
Fue en octubre cuando notó que su saldo bajó de manera drástica. Lo que le llamó la atención, pues ella no gasta tanto, y trata de que le sobre parte de su pensión cada mes.
“No sé quién se robó mi dinero, si fue el banco o quién, porque no conozco a ninguna Yazmín; yo soy Elizabeth Alpuche; ¿cómo pudieron sacar de ventanilla si ni siquiera yo saco de ventanilla? Solo voy al cajero y paso a mi tarjeta de débito lo que necesito”, lamentó.
Ayer se entrevistó con el gerente de Bancomer, quien le enseñó sus estados de cuenta para que reconociera los que eran sus movimientos, pero dice que casi no reconoce nada, pues son fuertes retiros de nueve mil, 15 mil o hasta 17 mil pesos, a veces hasta de manera diaria.
Incluso ni siquiera sabe cuánto es lo que han sustraído, pues le depositaron su aguinaldo en dos partes y su prima vacacional y no había hecho cuentas. Además de los aumentos que han recibido los maestros y a los que también ha tenido derecho. Pero son por lo menos 120 mil pesos.
“Si de por sí me está matando de hambre (el banco) voy a morir luchando”, sentenció.
La profesora concluye diciendo que espera que el banco se haga responsable por estos hechos y que continuará con su huelga, en una tienda de campaña bajo el sol a las afueras de una sucursal de Bancomer.
Agencias