Más de mil 200 indígenas tsotsil, tseltal, chol, tojolabal y delegados del Congreso Diocesano se reunieron en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, para fortalecer los procesos de paz en regiones afectadas por la violencia del crimen organizado, la militarización y el saqueo de recursos naturales. El encuentro se realizó en el marco de la conmemoración del 50 aniversario del Congreso Indígena de 1974.
Durante la reunión, los asistentes advirtieron que el aumento de la violencia en municipios indígenas como Chicomuselo, Frontera Comalapa y Pantelhó es consecuencia de la disputa territorial y política entre grupos del crimen organizado.
Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de la diócesis de San Cristóbal, declaró a la agencia EFE: “Es necesario fomentar espacios de diálogo, reflexión y acción organizada en favor de la vida, la paz con justicia y dignidad, ante el clima de violencia que está dejando territorios vacíos para el saqueo de los recursos naturales”.
La declaración fue hecha durante la celebración religiosa que clausuró el Congreso Indígena, celebrado los días 3, 4 y 5 de octubre, donde también se conmemoraron los 10 años del Congreso de la Pastoral de la Tierra. Los participantes destacaron que estos encuentros son esenciales para fortalecer a los pueblos originarios y construir una sociedad justa en la que se respeten todas las culturas y colores de México.
Aguilar Martínez subrayó que las comunidades indígenas han logrado avanzar en la defensa de la tierra, salud, comercio y educación, a través de acuerdos que buscan organizarse frente al “nuevo colonialismo” del sistema capitalista neoliberal, el cual despoja y explota a los pueblos originarios.
En los últimos meses, enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación han intensificado la violencia en regiones de Chiapas, especialmente en la frontera sur, donde se han registrado homicidios y desapariciones en una lucha por el control del territorio.
