Habitantes de la comunidad La Candelaria se quedan sin agua frente a un CAPA que no les soluciona

Chetumal.- Quintana Roo no es solo Cancún, Playa del Carmen y Tulum. En el sur del Caribe Mexicano hay comunidades donde garantizar los servicios básicos ha sido un reto.

El acceso por completo al agua es algo que no tienen los residentes de La Candelaria, una localidad en José María Morelos, uno de los municipios más pobres de Quintana Roo.

Estos vecinos enfrentan serias dificultades debido a las deficiencias en el abasto de agua potable, especialmente en las zonas elevadas. Esta problemática se ha agravado con el crecimiento poblacional, que no ha sido acompañado por una inversión en infraestructura por parte de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).

Esteban Serralta Uxul, delegado de la comunidad, expresó la urgente necesidad de instalar una bomba más potente para mejorar la presión del agua. Actualmente, la baja presión del suministro resulta insuficiente, dejando a familias en las partes altas sin acceso al vital líquido en esta temporada de calor extremo.

Son 50 familias en las inmediaciones rumbo a Puerto Arturo, las que se ven afectadas por esta falta de suministro. A pesar de las reiteradas solicitudes y planteamientos del problema a las autoridades de CAPA, no se ha recibido una solución concreta.

Los habitantes de La Candelaria esperan que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar esta crisis. La instalación de una bomba de mayor capacidad es vista como una solución inmediata para garantizar el suministro adecuado de agua a todas las zonas de la comunidad, más no es la solución real a la falta de planificación e inversión que sufren con CAPA desde inicios del sexenio. Sin esta intervención, la calidad de vida de las familias afectadas continuará deteriorándose.

La comunidad hace un llamado a CAPA y a las autoridades competentes para que prioricen la inversión en infraestructura y así asegurar que todas las familias, independientemente de su ubicación, puedan acceder al agua potable. La situación actual no solo compromete la salud y el bienestar de los residentes, sino que también limita el desarrollo sostenible de La Candelaria.

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