Texas, 26 de agosto de 2017.- El huracán Harvey arribó a Texas con vientos intensos y lluvias torrenciales el viernes por la noche, el ciclón más poderoso en golpear a Estados Unidos en más de una década.
El vórtice de la peligrosa tormenta categoría 4 llegó a la costa alrededor de las 10 de la noche, informó el Centro Nacional de Huracanes, aproximadamente a 48 kilómetros (30 millas) al este-noreste de Corpus Christi, entre Port Aransas y Port O’Connor, con vientos sostenidos máximos de 215 kilómetros por hora (130 millas por hora) y lluvias torrenciales.
Con el meteoro encima, decenas de miles de personas huían de su paso, mientras Harvey se enfilaba hacia un área de Texas que incluye refinerías, plantas químicas y la ciudad de Houston, la 4ta más grande del país.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtió que la tormenta causará “un desastre mayor”, y los pronósticos exhibían una escalofriante similitud con las condiciones del huracán Katrina, uno de los más mortíferos en la historia de Estados Unidos.
“Sabemos que habrá millones de personas que sufrirán los efectos de esta tormenta”, dijo Dennis Feltgen, portavoz y meteorólogo del Centro. “Rogamos que la gente le haga caso al personal de emergencia y busque refugio rápidamente”.
Hal Needham, un experto en marejadas ciclónicas, dijo que los pronósticos indican que “es cada vez más probable que algo realmente malo va a ocurrir”.
Un investigador pronosticó que habrá daños que persistirán por meses o más.
“En términos de impacto económico, Harvey probablemente será igual que el huracán Katrina”, dijo Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami. “El área de Houston y Corpus Christi van a ser un desastre por largo tiempo”.
Antes de que la tormenta llegara, los propietarios de viviendas y de negocios se apresuraban a proteger sus inmuebles. Un tránsito constante llenaba las carreteras que salen de Corpus Christi, pero aparentemente no había embotellamientos.
El huracán Harvey ha descargado 76 milímetros (3 pulgadas) de lluvia por hora en algunas partes, y ciertas calles de Houston están anegadas.
Al caer la noche, los poderosos vientos ya habían empezado a causar daños en el centro de Corpus Christi, la ciudad más cercana al vórtice de la tormenta. Un bote de basura se desplazó por un estacionamiento detrás de hoteles en el rompeolas. En la urbe de 325.000 habitantes, un poste de un semáforo había sido derribado y estaba con los cables al aire, pero los focos aún encendían.
Azuzado por las cálidas aguas del Golfo de México, Harvey se fortaleció con rapidez, al pasar de la categoría 1 en la madrugada a la categoría 4 en la noche. Su transformación de ser una tormenta sin nombre a un monstruo peligrosísimo llevó sólo 56 horas.
Harvey llegó a tierra como el huracán más poderoso en golpear a Estados Unidos en 13 años y el más intenso en azotar Texas desde el huracán Carla en 1961, el de mayor poder en el estado del que se tenga registro. Según lo que indica la presión atmosférica, Harvey empata como el 18vo huracán más fuerte que llega al país desde 1851 y el noveno más poderoso en Texas.
Además de olas de hasta 4 metros (12 pies), se prevé que el meteoro arroje gran cantidad de lluvia: hasta 914 milímetros (3 pies). La inundación resultante, dijo un experto, podría ser “como nunca la hemos visto antes”.