Esto es lo que sabemos del asesinato de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua 

Chihuahua.-Un comando se llevó los tres cuerpos, según lo que denunciaron los jesuitas, que exigen a las autoridades que se movilicen para recuperar los cadáveres de los religiosos

Los religiosos Javier Campos y Joaquin Mora fueron asesinados en un ataque armado, ocurrido la tarde del lunes en Cerocahui, en la sierra Taraumara.

De acuerdo con las primeras versiones, los sacerdotes intentaban proteger a un hombre que había entrado a su templo en busca de protección.

Un hombre armado abrió fuego y asesinó a los tres.

Roban los cuerpos

Un comando se llevó los tres cuerpos, según lo que denunciaron los jesuitas, que exigen a las autoridades que se movilicen para recuperar los cadáveres de los religiosos.

Extraoficialmente se responsabilizó a un individuo identificado como José Noél Portillo, El Chueco, de  ser responsable de los asesinatos y de haber robado los cuerpos. 

Se dice que el grupo de El Chueco es responsable de la violencia en la zona de Creel.

Hasta el medio día de este martes no se habían recuperado los cuerpos.

AMLO condena el asesinato de sacerdotes jesuitas

Los asesinatos han sido condenados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, la Conferencia del Episcopado Mexicano.

También han generado gran dolor e indignación entre la comunidad Jesuita del país.

Integrantes de la diócesis Tarahumara y comunidad en general han comenzado a dar su postura respecto a los hechos, donde fallecieron los dos sacerdotes.

La tristeza nos invade, no sólo por los que hoy caen, sino por todos aquellos que han muerto, consecuencia de una guerra absurda y estúpida. Mis hermanos Joaquín Mora y Javier Campos se suman a la ineptitud gubernamental, incapacidad de aquellos que fueron elegidos para protegernos y que nos siguen abandonando a nuestra suerte”.

“No es sólo el que aprieta el gatillo sino también aquellos que teniendo el poder para detener esta barbarie y prefieren no hacer nada, ellos también son cómplices.  Tarde o temprano sucedería, todos los sacerdotes de esta región sabemos el riesgo de estar en estas tierras; hoy nos toca sufrir dichas consecuencias y lo asumimos, porque nos sabemos parte del pueblo, al que hemos acompañado en sus momentos de tanto dolor”, compartió en sus redes sociales Francisco Moriel Herrera, quien es sacerdote de la diócesis Tarahumara.

Padres jesuitas murieron “en la raya”

En su publicación, destacó que los padres Joaquín Mora y Javier Campos eran parte del pueblo, y murieron en la raya, intentando protegerlo de la brutalidad, optando por la paz. 

Por las redes sociales, habitantes del poblado donde ocurrieron los hechos, sacerdotes de otras regiones de Chihuahua, así como comunidad en general, han descrito a ambos sacerdotes como entregados  y muy queridos en la Tarahumara. 

“Son víctimas inocentes de la maldad que impera en nuestro país”, “hoy nuestra iglesia está de luto”, comentan habitantes de Chihuahua y sacerdotes en diversas partes de la entidad que conocían a ambos. 

Exigen la localización de los cuerpos

A su vez, se ha informado que integrantes de la comunidad jesuitas están exigiendo a las autoridades de los tres niveles de gobierno se localicen los cuerpos de ambos sacerdotes y además se de seguridad a los demás integrantes de esta comunidad en dicha región. 

Fue durante la noche del lunes que autoridades en Chihuahua confirmaron que la tarde de este día, se recibió un reporte que indicaba que tres personas fueron asesinadas en el poblado de Cerocahui, municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua. 

Aparentemente el ataque ocurrió después de que un hombre se refugiara en una iglesia para resguardarse de un ataque, sin embargo el victimario lo agredió en el interior, al igual que a dos sacerdotes que se encontraban también en el templo.

El gobierno de Chihuahua, condenó y lamentó los hechos violentos ocurridos en los que dos religiosos se convirtieron en víctimas circunstanciales.

Hasta esta mañana la Fiscalía General del Estado en Chihuahua no ha proporcionado mayor información sobre este hecho. 

Estas letras son de dolor y amargura y tal vez son las mismas que quisieran plasmar muchos de los fieles del pueblo de Cerocahui y de todos aquellos que conocían a alguno de los padres, porque no sólo eran unos curitas de sacristía, sino verdaderos amigos, papás, hermanos, compañeros de camino, de allí nuestra agonía”.

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