Más de dos docenas de estados de Estados Unidos han expresado su disposición a enviar efectivos de la Guardia Nacional a Washington, D.C., en caso de que se solicite apoyo en las próximas semanas tras las elecciones presidenciales y de cara a la inauguración del nuevo gobierno. Aunque el Distrito de Columbia aún no ha hecho una solicitud formal, funcionarios de la Guardia Nacional informaron el lunes que se están tomando previsiones ante la posibilidad de que el Capitolio pueda ser escenario de disturbios durante la certificación de los resultados en el Congreso el 6 de enero y en la ceremonia de inauguración del mandato presidencial dos semanas después.
En 2021, tras los violentos disturbios del 6 de enero, más de 25,000 efectivos de la Guardia Nacional fueron desplegados en Washington para reforzar la seguridad de la ciudad. La presencia de estos soldados, junto a las fuerzas policiales locales y federales, fue clave para resguardar los edificios gubernamentales y los puntos de acceso en el centro de la capital.
El coronel Jean Paul Laurenceau, jefe de operaciones futuras de la Oficina de la Guardia Nacional, señaló que aún no se ha determinado la cantidad de efectivos que podrían ser necesarios este año. La decisión, explicó, dependerá de las solicitudes específicas del Distrito de Columbia y de las evaluaciones de posibles amenazas a la seguridad de la ciudad y del proceso de transferencia de poder.
Asimismo, el creciente escepticismo y las acusaciones de fraude electoral sin pruebas por parte del expresidente Donald Trump han incrementado las preocupaciones sobre posibles actos de violencia tras los comicios. Trump ha instado a sus seguidores a sospechar de los resultados y ha reiterado que solo perdería si los demócratas cometen fraude, negándose a confirmar si aceptará el resultado de las elecciones.
Por otra parte, en el marco de las elecciones de este año, diez estados han activado a miembros de la Guardia Nacional para apoyar en misiones de ciberseguridad. En total, alrededor de 125 efectivos han sido asignados a estas tareas, mientras que otros nueve estados y el Distrito de Columbia han puesto en alerta a 120 soldados que podrían desplegarse en los próximos días en caso de ser necesario.
Los estados que ya han puesto en modalidad de espera a sus efectivos son Colorado, Florida, Hawái, Nevada, Oregón, Pensilvania, Tennessee, Texas y Virginia Occidental, aunque las cifras podrían variar en función de las necesidades de seguridad durante y después de las elecciones.
