Barcelona, 26 de agosto de 2017.- Cientos de miles de personas marcharon el sábado en Barcelona bajo la consigna “No tengo miedo”, en señal de unidad y rechazo a los ataques terroristas que la semana pasada dejaron 15 muertos en la región catalana.
Nueve días después de los atentados en los que también hubo más de 100 heridos, la marcha recorrió parte del Paseo de Gràcia para terminar en la Plaza de Catalunya, a pocos metros donde se produjo el atropello mortal en las Ramblas. Según la policía, medio millón de personas participaron de la manifestación.
“Estamos aquí para decir que no tenemos miedo, que estamos unidos, que queremos paz”, dijo mientras marchaba Victoria Padilla, una pensionada de 59 años. Los manifestantes llevaban carteles con leyendas como”La mejor respuesta: la paz” y “No a la islamofobia”.
Encabezada por agentes de los Mossos d’Esquadra y los equipos de emergencias, la marcha estuvo integrada además por vecinos y comerciantes que estuvieron en primera línea durante los atentados. “En la cabecera estará una representación de aquellos que atendieron a las víctimas y dieron lo mejor de sí mismos” había anticipado Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona.
También acudieron el Rey Felipe -la primera vez que un monarca en ejercicio va a una manifestación en España- y los representantes oficiales de los Gobiernos catalán y español, incluyendo el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente catalán, Carles Puigdemont. Los funcionarios estatales formaron un segundo bloque junto con líderes políticos, organizaciones sociales y colectivos musulmanes.
En numerosas ciudades españolas, incluida Madrid, hubo concentraciones y marchas simultáneas a las 18:00 hora local, bajo los lemas “NoTincPor” y “TotsSomCatalunya” (Somos todos Catalunya).
El acto en Barcelona concluyó con la lectura de un manifiesto por parte de la actriz Rosa María Sardà y la representante de la fundación Ibn Battuta, Mirian Hatibi. “No consentimos que nos humille ni nos venza el terrorismo”, dijo Hatibi.
Mientras la multitud condenó los atentados en el centro de Barcelona, aún había 23 heridos hospitalizados en la ciudad condal y en Cambrils, lugar del segundo ataque perpetrado por el grupo yihadista el 17 de agosto en Cataluña.