Un tenso intercambio en el pleno del Senado de la República terminó en jaloneos, gritos y manotazos entre legisladores de Morena y del PAN, tras declaraciones del senador panista Mario Vázquez, quien acusó al morenista Miguel Ángel Yunes de haber sido forzado a respaldar al oficialismo.
El conflicto inició cuando el senador Alejandro Murat, de Morena, elogió la “diversidad política” del partido al incluir a ex panistas como Javier Corral y Miguel Ángel Yunes. En respuesta, Mario Vázquez aseguró que Yunes había sido presionado con órdenes de aprehensión y afirmó que “las dio”, lo que generó indignación entre los morenistas.
“Ellos llegaron a los escaños del PAN y amenazaron con ‘madrearme’, ese fue el término que usaron”, dijo Vázquez, señalando directamente a Adán Augusto López y Yunes. Ante esta situación, el legislador panista anunció que presentará una denuncia penal contra ambos, responsabilizándolos de cualquier daño a él o su familia.
Altercado en el pleno
Videos del incidente muestran cómo Adán Augusto López, acompañado por Miguel Ángel Yunes y otros legisladores morenistas, se acercaron a los escaños panistas para dialogar con Ricardo Anaya, Enrique Vargas y Guadalupe Murguía. En un momento de tensión, Luis Fernando Salazar, de Morena, empujó y manoteó al senador Vargas del Villar, lo que provocó la intervención de Manuel Velasco, del PVEM, para separarlos. Senadoras del PAN exigían entre gritos: “¡Ya, váyanse a su lugar!”.
Ante la situación, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, declaró un receso para calmar los ánimos. Al reanudar la sesión, Miguel Ángel Yunes advirtió: “El que me falte al respeto, senador o no, aquí o afuera, tendrá una respuesta. Tomé la decisión de apoyar a la presidenta Claudia Sheinbaum y nadie me puede criticar por ello”.
Reacciones posteriores
La coordinadora del PAN, Guadalupe Murguía, respaldó a su bancada y celebró el llamado de Noroña para restablecer el orden en el Senado. En tanto, Mario Vázquez reiteró su postura y adelantó que seguirá los cauces legales para denunciar las amenazas recibidas.
El episodio refleja la creciente polarización en el Congreso y deja en evidencia las tensiones entre los bloques políticos en medio de un debate que se tornó personal y visceral.
