Cancun.-El negocio inmobiliario es el principal factor de acumulación, más que el turismo en el Caribe Mexicano, destacan en Seminario sobre Geografía y Turismo
Para Ana García Silberman, investigadora del Cinvestav Mérida, el proceso de acumulación por desposesión requiere de apoderarse no solo del territorio, sino de los activos de bajo costo como las materias primas y la mano de obra.
El modelo de estructura territorial del Caribe Mexicano se caracteriza por el consumo del espacio vinculado con el negocio inmobiliario como eje de la acumulación, por encima de la actividad turística, trayendo la privatización de los recursos naturales ofertados al turismo como son las playas.
Así lo aseguró Ana García Silberman en el marco del Seminario sobre Geografía y Turismo “La refuncionalización del espacio para el desarrollo del turismo y sus implicaciones”, llevado a cabo este 26 de abril vía videoconferencia y organizado por el Departamento de Turismo de la División de Desarrollo Sustentable y los cuerpos académicos de Geografía y Geomática y de Estudios Antropológicos del Circuncaribe.
La García Silberman es doctora en Geografía por la UNAM e investigadora del Departamento de Ecología Humana del CINVESTAV- Mérida; tiene el Nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores. Entre los temas de su interés destacan: el desarrollo regional y particularmente la relación de éste con el turismo y la conservación del medio ambiente; el ordenamiento ecológico del territorio y la utilización de la cartografía temática como herramienta de análisis y de expresión sintética de resultados.
Con su basta experiencia, inició su alocución con los inicios del Turismo como generador de desposesión y acumulación, el cual en nuestro país tuvo su génesis en la frontera norte (por la prohibición de alcohol de la primera mitad del Siglo XX) y que tuvo una explosión en la segunda mitad del mismo siglo con el desarrollo de Acapulco y otros centros de playa como Puerto Vallarta.
En el caso de Cancún, destacó que fue hasta 1970, cuando se da el despegue de este Centro integralmente Planeado el cual marcó un hito, por ser el primero en su tipo en ser financiado por el Banco Mundial y que desde su génesis tuvo el diseño de segregación funcional, ya que la zona hotelera está distante del espacio social donde vivirían sus moradores.
Asimismo, destacó García Silberman que se ha ido más allá de la desposesión del territorio, al grado que ahora el turismo lleva a cabo una patrimonización de los recursos materiales e inmateriales, como son centros históricos, pueblos mágicos y la propia naturaleza, donde el turismo es la motivación para el rescate del patrimonio, y en el cual se promueve una identidad de lo mexicano “cada vez más homogénea”, apuntó.
En cuanto al espacio social en torno al turismo, señaló la investigadora del Cinvestav Mérida, ha tenido un crecimiento desproporcionado pues ciudades como Cancún, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Akumal, Tulum, Puerto Aventuras o Ciudad Chemuyil, han tenido crecimientos con tasas anuales por arriba de las medias nacionales e internacionales.
Este crecimiento se ha dado lejos de las zonas turísticas, bajo los esquemas de segregación, de apropiación y de desposesión, pasando en Cancún de 33 mil habitantes en 1980 a 887 mil habitantes en 2020, por dar un ejemplo.
En la que fue la segunda conferencia de este seminario, las doctoras Xóchitl Ballesteros y Ligia Aurora Sierra Sosa, profesoras investigadoras de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (UQRoo) presentaron la ponencia “Ciudades, turismo y desigualdades”, en donde, desde la perspectiva antropológica, presentaron los principales impactos de la globalización en el modelo del desarrollo local, la producción del espacio y los modelos fallidos de ordenamiento territorial.
En su presentación la doctora Xóchitl Ballesteros destacó que, de acuerdo con sus investigaciones, el turismo ha dejado desplazamientos que muestran temporalidades diferentes, desde los trabajadores que hacen una migración permanente, los que realizan desplazamientos laborales temporales, y quienes hacen rutas cotidianas, con movilidades diarias.
Mientras tanto, la doctora Sierra Sosa enfatizó sobre la segregación laboral que se sufre en los empleos turísticos, los que existen en materia de género, edad, etnia, cualificación laboral, lo que propicia la desigualdad entre poblaciones.