Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
En Perú se puso en práctica la transversalidad del poder político incorporando tendencias de derecha y de izquierda para que, a criterio de sus gobernantes defender lo que sea más beneficioso para la sociedad en general, sin importar la tendencia ideológica que, no ha beneficiado institucionalmente, en nada al país andino.
El Barómetro de las Américas y El Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), centro líder en el desarrollo, implementación y análisis de datos sobre opiniones y comportamientos individuales confirmó resultados concluyentes sobre la sensación que invade a los peruanos que, en un 91 por ciento cree que la mitad o más de los políticos de su país están involucrados en actos de corrupción.
El último estudio y relevamiento de la toma de opiniones realizado en 2017, mucho tiempo antes que se diera a conocer el escándalo de Odebrecht y sus apoyos económicos en las elecciones generales de 2006 y 2011 a candidatos presidenciales y legislativos.
El 27 por ciento de los peruanos, intuye que la corrupción en su país es el problema más grave. El porcentual es, el más alto de Las Américas, superando a Brasil que llegaba al 19 por ciento en épocas de mayor presión por el caso Lava Jato, llevado a cabo por el reconocido juez Sergio Moro que puso en problemas institucionales a nuestro socio principal en el Mercosur y le costó el gobierno a Dilma Roussef y, los problemas que hoy acarrea el ex presidente Inacio Lula Da Silva.
Perú está considerado como uno de los ocho países en el continente que menos defiende la democracia. En la encuesta de Barómetro de las Américas un 38 por ciento de los encuestados, señala que apoyaría un golpe presidencial y, sólo un 7.5 por ciento de los peruanos tienen confianza en los partidos políticos Con la renuncia del ex presidente Pedro Pablo Kuczynsky Godard, el pasado 21 de marzo quedó marcada nuevamente la debilidad de la institución presidencial.
Los negociados, los aportes marginales de las campañas electorales han horadado la confianza de la sociedad en sus instituciones políticas. Un sentimiento claro que recorre desde México hasta Argentina a sociedades cada vez más demandantes de transparencia y un combate frontal a la corrupción que quita las posibilidades de una mayor equidad social para millones de ciudadanos que subsisten en condiciones precarias y sin servicios básicos en el continente.
Es de destacar que algo funciona muy bien y con total independencia de poderes en Perú: su Fiscalía Superior, que ha logrado un proceso eficaz de colaboración de parte de la multinacional de la construcción brasileña: Odebrecht, que ha derivado en esta crisis, semanas previas a la Cumbre de Las Américas en Lima, que contará con la presencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y de Cuba, Raúl Castro Ruz, entre otros y que ahora presidirá como anfitrión el nuevo presidente del país andino, Martín Vizcarra, hasta hace pocas horas vicepresidente y embajador en Canadá.
El affaire Odebrecht ha hecho dimitir a Pedro Pablo Kuczynsky que, también ha puesto en serios aprietos judiciales a los ex presidentes Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala. Como así también a la dos veces adversaria de Kuczynsky Godard en las elecciones presidenciales de 2011 y 2016: Keiko Fujimori y, a la ex alcalde de Lima, Susana Villarán
Se manejan mal: dan señales equívocas
En seis meses más, se cumplirán los dos tercios de mandato del sexenio de Carlos Joaquín González (CJG) y los resultados de su gestión serán opacados por no haber podido erradicar los efectos de la inseguridad en un Estado que la desconocía y, por no hacer lo que se debía hacer, más allá de sus costos políticos.
Quedará como corolario de su gestión, pese a su ineficiente aparato de comunicación o lo que informe a los medios una verdad joaquinista absoluta: la lucha contra la corrupción y la búsqueda de transparencia por lo que será recordado y pese a que, como sucede en toda gestión política en la actual, también. subyace corrupción oculta que es una realidad evidente y, está ejemplificada en funcionarios que lo acompañan en su gestión.
Que las redes sociales son capaces de influir en el estado de ánimo y las preferencias de los electores y hasta intervenir directamente modificando ciertas conductas quedó claramente demostrado en la última elección de junio 2016 en Quintana Roo, cuando el PRI, peleó contra un fantasma que le robo los votos con fake news y mucha información tendenciosa.
En la campaña electoral previa a la elección del próximo julio se dará un escenario distinto al anterior ante la desesperanza y malestar general que en la mayoría de los casos mantiene la ciudadanía hacia los gobierno estatal y municipales por su falta de reacción ante la peor crisis de inseguridad y violencia que ha vivido el Estado desde su surgimiento.
La elección que viene será distinta porque existen varios factores fuera de control como el anteriormente señalado de la grave inseguridad que vive Quintana Roo y los principales municipios de la zona Norte que en algún momento pondrán en jaque mate al turismo, principal fuente de ingresos del Estado, porque como dijera una “viuda del poder”, recientemente, los ciudadanos no debemos acostumbrarnos a vivir “literalmente, entre cadáveres…”
Un hecho de neto corte policial fue sobre explicado el pasado fin de semana por declaraciones del propio gobernador CJG, sin ninguna necesidad, en cuanto y tanto, que, el Fiscal General Miguel Ángel Pech ya estaba cumpliéndola encomienda de pesquisar los eventos sucedidos con la familia estadounidense, que murió en circunstancias etiológicas dudosas en un complejo habitacional de Tulum.
Pero más inapropiada fueron las declaraciones de la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas quien tratando de minimizar el posible accidente por negligencia de la mencionada familia hizo un descargo extemporáneo sobre los 19 millones de turistas que llegan al Caribe Mexicano y, la mínima incidencia de situaciones graves que se presentan, algo inaceptable de justificar, cuando se han perdido vidas humanas en circunstancias que todavía se deben esclarecer de manera procedente por la Justicia.
Isla Mujeres y un éxito anunciado
Es uno de los destinos turísticos más buscados en esta Semana Santa. Un destino considerado seguro y tranquilo para disfrutar en largos arenales de playas limpias y certificadas que permanentemente Juan Carrillo Soberanis refuerza con el trabajo desde la presidencia municipal.
En Isla Mujeres la limpieza y mantenimiento permanente para que sus playas se presenten en óptimo estado es una tarea de los 7 días de la semana los 365 días del año. Tanto el personal de Zofemat con el apoyo de cuadrillas municipales desde las primeras horas de la mañana levantan basura, retiran sargazo y someten a rastrillaje para mantener limpios los arenales.
Los trabajos coordinados del Ayuntamiento de Isla Mujeres con los gobiernos federal y estatal, permiten que “Playa Norte”, uno de los principales balnearios, cuente con el distintivo “Bandera Blanca”, que da cumplimiento a la norma 120 a partir de la inclusión de medidas de protección al medio ambiente, cuidando la calidad del agua, el manejo de los residuos sólidos, la infraestructura costera, la biodiversidad, la seguridad y servicios, entre otras.
“Playa Centro”, cuenta con el distintivo “Blue Flag”, que ha dejado grandes beneficios para la comunidad isleña, como una mayor proyección nacional e internacional que ha permitido una mayor afluencia turística durante los últimos meses.