Por Carlos Alberto Rosales@Carlos8545832
Representantes de los 164 países miembro, sesionaron días atràs en Buenos Aires, Argentina, nombrada recientemente en la presidencia Pro tempore del citado cónclave en la 11ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El objetivo del encuentro fue defender el multilateralismo en las relaciones políticas y económicas fijando “reglas claras y justas” para el intercambio global de bienes y servicios.
El desarrollo de la tecnología y las comunicaciones, la apertura al comercio internacional y la reducción del tiempo de viaje de personas y bienes alientan el intercambio global.
Sin embargo, los acuerdos pueden ser desoídos en función de los cambios políticos e intereses que surgen en cada país.
La tentación al proteccionismo ya no es el atajo de las naciones menos favorecidas en sus desarrollos, sino que también forma parte de las acciones de los gigantes económicos. Un claro ejemplo es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyo país lideró el ideario de acuerdos globales y de libre comercio, y, ahora decidió retirarse del Acuerdo Transpacífico y amenaza con romper el TLC, Tratado de Libre Comercio entre su país, Canadá y México (Nafta, por su sigla en inglés).
Esta disociación entre la prédica y la palabra parece alentar a Rusia y a China a buscar su expansión basándose en el auxilio económico a países en dificultades, que en la práctica se convierten en acuerdos cerrados para el comercio y el intercambio militar entre sus adherentes.
Los líderes reunidos en la capital argentina promovieron la iniciativa de propender a fortalecer el sistema multilateral del comercio, que permita mejorar la calidad de vida.
“No es sostenible avanzar en un sistema en el que el otro es siempre el proteccionista o el que no cumple las reglas. Los problemas de la OMC se resuelven con más OMC, no con menos OMC”, sostuvo Mauricio Macri, el presidente anfitrión.
Se necesita un mundo más abierto y que, sea más equitativo en sus relaciones con las naciones en vías de desarrollo y, países emergentes. La gradualidad y el respeto a las enormes diferencias en sectores sensibles, en especial a pequeñas y medianas industrias de los países en vías de desarrollo y emergentes, deben ser valorados cuando se rubriquen convenios entre las partes.
El avance de las relaciones comerciales es innegable. Un mayor bienestar y el libre acceso al trabajo también forman parte de las demandas globales. A la par, la defensa del mercado interno debe ser una tarea emprendida con celo y equidad.
La política necesita de sentido común
Cuántas cosas podríamos solucionar si aplicáramos el sentido común, tanto en lo privado como en lo público, con ética y transparencia; inteligencia, creatividad, serenidad, tolerancia y paciencia, sabiendo escuchar todas las voces, teniendo la sabiduría de poder hacer y decir las cosas sin herir susceptibilidades y en el momento oportuno. Los gobiernos y los políticos escuchan muy poco a la ciudadanía y, por lo general, no obtienen buenos resultados cuando actúan con intolerancia y en tiempos inadecuados.
Sentido común es el sentir o pensar común, es decir, sentir y pensar con pura lógica de razonamiento, basándose en hechos reales y concretos, con prescindencia de lo estrictamente emocional y de las ambiciones personales.
De forma imaginaria, podríamos agregar a nuestros cinco sentidos el sentido común, pero no interpretarlo como el sexto, sino como el primero en manifestarse cuando se trata de hacer justicia en el más amplio sentido de la palabra y en todos los órdenes de la vida cotidiana.
En los tres poderes del Estado hace falta más coherencia y honestidad intelectual, sin excesos de y, mucho sentido común. Como decía Albert Einstein: “Los problemas no se resuelven con la misma mentalidad con la que se crearon”.
En política se necesita entre otras variables: ser inteligentes y, olfato para evitar problemas. Tacto para saber decir y hacer las cosas pero, fundamentalmente gusto y pasión para lo que se realiza.
Finalmente se necesita trabajar en equipo con voces discordantes por lo que los pensadores actuales denominan: visión de futuro para comenzar y emprender los temas importantes que nos afectan y juntos ciudadanía y gobierno propendan a resolverlos.
Todo esto se logra con una gran dosis de sentido común. Porque en definitiva hay que desterrar de la política aquella reflexión que Hannah Arendt escribió en “Verdad y política” de que “Nadie ha dudado jamás con respecto al hecho de que la verdad y la política no se llevan demasiado bien, y nadie, que yo sepa, ha colocado la verdad entre las virtudes políticas. La mentira siempre ha sido vista como una herramienta necesaria y justificable para la actividad no sólo de los políticos y los demagogos sino también del hombre de Estado.”
Gobierno eficiente en materia de prevención del delito
Sin lugar a dudas el presidente municipal de Isla Mujeres, Juan Carrillo Soberanis ha sabido demostrar su pasión y entrega para gestionar el municipio que preside. Con sus políticas públicas, el edil isleño ha buscado que las familias cuenten con el herramental e información pertinentes para la prevención de las conductas delictivas.
En Isla Mujeres el gobierno municipal trabaja para que las familias del municipio se sientan seguras: “Es por eso que nuestra prioridad es brindar las herramientas e información necesarias para que los ciudadanos puedan también velar por su bienestar”, expresó la Coordinadora del Programa de Prevención del Delito, Tania Galera Gómez.
