El Malpensante / Los ejes del Cambio, poder hegemónico, partido Joaquinista

Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
El aggiornamiento para la sobrevivencia del otrora Partido de Estado, el PRI, inicia su fase de aproximación a la coalición UNE, con el respaldo del senador Félix González Canto al aspirante “independiente” a la presidencia municipal de Cozumel: Pedro Joaquín Delbouis.
Hace casi cuatro años, González Canto había mostrado sus cartas en este juego de poder local cuando subió al joven Joaquín Delbouis al escenario de un evento de corte netamente proselitista, frenando de esa manera las aspiraciones incontrolables de la incondicional flexible e histórica del senador: Lilia Mendoza González, la ex IPAE, que perdiera la diputación del 6 Distrito ante la aguerrida postulante por el PAN, Perla Tun Pech, tiempo después.
En Quintana Roo se está dando una sórdida batalla por la hegemonía del poder político y económico, entre los antagonistas históricos de siempre. Los Joaquín y González con sus satélites ocasionales que apoyan a unos y otro según las circunstancias.
Pero, más allá del comentario realizado por una “viuda del poder”, la semana pasada, Don Nassim hubiera estado de acuerdo con esta especie de búsqueda de consensos que lleva a uno de sus nietos dilectos a ser la prenda de paz para no destruir el estado que tanto amaba. El Tatich era un pragmático a ultranza que más allá de las diferencias, siempre buscaba consensos, reconocimiento, prestigio y buenos negocios. Siempre lo hizo y, también siempre los consiguió.
Además, pese a quien le pese, las disputas existen, pero, en definitiva, Félix González Canto es un hijo putativo de los Joaquines. Su padre, Lenin “El pirata” González Padrón. Fue un amigo cercano de Don Nassim que, pese a las diferencias políticas de las familias, asistió rigurosamente al ritual del café de las tardes al Centro Comercial Joaquín durante décadas. “El pirata”, un cozumeleño de pocas palabras estaba en el aprecio de Fausto Nassim, quien, también, tenía un gran afecto por la esposa y madre de Félix González, Yolanda Canto, quien fuera sobrecargo en la línea aérea regional del “hombre fuerte” de Cozumel.
Fue Félix quien aceptó cuando iba por la gubernatura que su antecesor, el ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, impusiera a Carlos Joaquín González, su primo, como presidente municipal de Solidaridad, en un acto de deferencia a Don Nassim, dejando así de lado el acuerdo previo con el entonces alcalde de Solidaridad, Gabriel Mendicuti Loria para que le sucediera: Eduardo Román Quian Alcocer.
González Canto como su predecesor, Roberto Borge Angulo siempre dieron un tratamiento deferente y especial a don Nassim, a quien respetaban más allá de sus diferencias de poder.
Hubo una situación que marco muy fuerte las diferencias entre Joaquines, González y Borge. Diferencia que tuvo su entramado en lo político, económico y de poder formal. Allí, la ambición le ganó a la inteligencia a Félix González por querer superar en lo político al mentor de generaciones enteras de aprendices políticos del joven estado. Con esto quiero expresar, la necesidad que muchos tienen de equipararse al dueño de la política quintanarroense: el impoluto, Pedro Joaquín Coldwell, un político que rompió el molde y al que nadie ha podido superar.
Pero, volviendo a la actualidad, es una realidad que otro Joaquín, me refiero a Carlos Manuel, actual gobernador por la anodina coalición UNE, le ha llegado el tiempo de fortalecer el trabajo ­territorial con más presencia de sus aliados y potenciales candidatos, pues le urge intentar crecer donde ganó y descontar donde perdió, para el reforzamiento del eje discursivo del “fin de ciclo”.
Mientras que en  el PRI, que sigue condicionado por la figura del senador isleño, se lanza la candidatura de Pedro Joaquín Delbouis para   presidente municipal de Cozumel, en un intento de mostrar que en el tricolor también ha llegado el tiempo de la transparencia y lucha contra la corrupción, en línea con el también eje discursivo de un híbrido de la política pero, buen candidato de ocasión, me  refiero a José  Meade, un funcionario correcto que cruzo como secretario de Estado sexenios panistas y priista.
Pepe Meade acaba de hacer campaña sin pena ni gloria en Cancún, el pasado viernes y, ¡oh casualidad ¡custodiado de   cerca por el senador Félix González Canto. Allí estuvo presente una desperdigada tropa política tricolor, menos uno: el diputado federal, Chanito Toledo Medina, de buen dialogo desde San Lázaro con “El Pepe Meade”, como él le suele decir.
Será quizás, que el diputado, cuasi mandato cumplido, está a punto de dar el salto, tentado para pelear la presidencia municipal de Benito Juárez o la de Solidaridad, por una alianza que bajo el lema: “Juntos Haremos Historia”, viene de la mano del presidente estatal del PES, Gregorio Sánchez Martínez por la revancha y por todo lo que no pudo conseguir en las elecciones de 2011, al ser encarcelado con denuncias que nunca fueron probadas, cuando era el potencial artífice de un verdadero cambio para Quintana Roo, se especula en una alianza que podría pulverizar las ambiciones de muchos en los distritos que siguen siendo “las joyas de la corona”.
El objetivo de máxima es sumar entre 50 y 70 mil voluntades nuevas que podrían llegar por vía de los indecisos de siempre, los independientes y, de los nuevos empadronados y, aquellos que son arengados en universidades y centros de estudios del Estado por las juventudes joaquinistas que promueven el cambio político sin fanatismo por ninguna bandería partidaria.
 “Estamos terminando de relevar como estamos potencialmente en cada distrito en cada municipio. Vamos a chambear duro en los lugares que sabemos que podemos mejorar”, me externó un estratega todólogo del “cuarto de guerra” del gobernador. Uno de esos puntos, por ejemplo, son los Distritos I y 2, donde UNE necesita quitarles poder a los opositores en Benito Juárez e Isla Mujeres, pero, no están convencidos en su “cuarto de guerra”, poder alzarse con las demarcaciones en el hipotético caso que la alianza Morena/PES/PT, logre que Mara Lezama sea la candidata o, eventualmente se convenza al diputado federal Chanito Toledo Medina, un aspirante ampliamente reconocido en el corredor Cancún / Riviera Maya, si decidiera cambiar de camiseta. En Isla Mujeres, si se da que Juan Carrillo Soberanis, el actual presidente municipal decide ir a la reelección también será muy difícil que puedan ganarle la elección, a este joven político que ha sido la sorpresa de este trienio acotado y que, ha llevado con profesionalismo y grandes logros a su administración.
 La gran joya de la corona sigue siendo Benito Juárez, una vice gobernación, ipso facto y por lo que presentimos más allá de los candidatos que UNE ponga en vidriera: ya ganó, porque el seguro vencedor tiene relación con la familia Joaquín directa o indirectamente por sus “padrinos políticos”.
En lo discursivo, la premisa se mantendrá en el estado recuperado de la corrupción y de la transparencia lograda, que en líneas generales se articulara con los aliados en la oposición que pondrán el foco en la lucha contra los que se aprovechan del poder. Pero el verdadero cambio, todavía es un galimatías.
La figura de Carlos Joaquín será factor convocante en la campaña por venir. En el “cuarto de guerra» descuentan que el mandatario estará muy presente, antes de los comicios.
.El quid de la cuestión sigue siendo Benito Juárez. El gobernador necesita allí. un aliado con el cual acordar el futuro de los 2/3 que le quedan de gobierno para tener un estado controlado, que le permita tener gobernabilidad, dejando de lado el modelo de acumulación política que tan erróneamente pensó en construir en el pasado. Porque si algo ha quedado claro es que, es increíble llegar al poder y ejercerlo. Pero más importante es irse con la consideración de la gente, sin denuncias y, sin tener pendientes que eviten caer preso.
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