@Carlos85458323
Por Carlos Alberto Rosales
Faltan 7 días para la elección. La semana entrante por estas horas estaremos repasando lo acontecido en las elecciones generales del 1ª de julio.
Muy pocas sorpresas, ante la falta de propuestas de una política ausente de los grandes temas nacionales y locales. Algunos políticos optaron ante la diáspora de poder en las clásicas estructuras de los partidos políticos tradicionales, apelar a la dueñalidad del liderazgo con una retórica de poco valor para defender los votos potenciales que pretenderán rescatar de un proceso en el que la falta de transparencia, corrupción y, propuestas para superar el difícil momento político del país; han permitido el crecimiento desmedido de la figura del pragmático pseudo progresista candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador ( AMLO ).
De no suscitarse algún milagro de último momento, AMLO, será el próximo presidente de la República.
En el ámbito local con resultados diversos y, con un rápido deterioro en la imagen del gobierno de Cambio de Carlos Joaquín González ( CJG ), que no ha sabido interpretar la angustia de la sociedad que confundida y desunida ha sido presa fácil de propuestas parciales que carecen de esencialidad y trascendencia para los quintanarroenses.
En Quintana Roo los 21 meses del sexenio que estamos transitando dejan demostrada la falta de política, gestión y estrategia que deviene en la incapacidad para generar políticas públicas contra la inseguridad y la precarización social que se percibe en el ambulantaje, niños mendigando y el aumento de venta de drogas, principalmente las de diseño en los principales destinos turísticos. A lo que se suma, también, la crisis natural del sargazo que ni estado ni municipios costeros han sabido enfrentar en lo que va del sexenio. Y, es que, esto es pura lógica de calle, pues nada es casualidad en lo mal que le ha ido a los gobiernos por qué cuando se elige mal, es lógico que luego, se planifique mal, se administre mal y que a los gobiernos les vaya muy mal.
Proyecciones para que nada cambie
En el principal territorio electoral del Estado, el municipio de Benito Juárez, es prácticamente asegurado el triunfo de la candidata de Morena: Mara Lezama, lo que profundizará los problemas de inseguridad y de la gestión urbana que heredará de Remberto Estrada.
En Isla Mujeres, Juan Carrillo Soberanis, puede ser reelegido con un resultado acotado contra su principal adversario de: Edgar Gasca.
Puerto Morelos, se lo llevará nuevamente Laura Fernández Piña, quien ha sabido madurar políticamente, desmarcándose de su mentor impresentable. El ex gobernador Félix González Canto.
En Solidaridad, Cristina Torres, también será reelecta, en lo que puede ser otro mandato para el olvido pero, funcional a los intereses del gobernador en funciones.
En Cozumel, victoria cantada de Pedro Joaquín Delbouis por lo que representa y por el linaje de su familia. El PRI, poco tiene que ver con el exitoso empresario cozumeleño que busca devolver a la isla de las golondrinas el brillo y tranquilidad que tuviera antaño.
Tulum, el noveno municipio es una elección de pronóstico abierto y, “entre bandas”. Imagino que prevalecerá la congruencia y que, Víctor Mas Tah, finalmente será presidente Municipal. Hacia el centro y sur del estado, las cosas cambiarán muy poco en el mapeo político de Quintana Roo.
En diputados y Senadores, las variables son interesantes pues más allá de mi opinión personal sobre el “Charro” Julián Ricalde Magaña; creo que se llevará el curul de senador, por la Alianza “Por Quintana Roo al Frente”; sin mayor dificultad. Entre los aspirantes a San Lázaro, la candidata a diputada federal de la coalición “Todos por México”, Leslie Hendricks en el Distrito 1 y, Luis Torres del PAN/PRD/MC, en el Distrito 2, puede desequilibrar, aunque la histórica del PRI Cora Amalia Castilla Madrid es un adversario duro de doblar.
En el Distrito 3; como el postulante del Partido Encuentro Social, Gregorio Sánchez Martínez, puede llevar su experiencia a San Lázaro lo que dará presencia a Quintana Roo en el Congreso de la Federación, luego de un período de oscurantismo y de, representantes legislativos que en nada ayudaron al desarrollo del Estado
La desventaja de ir detrás de los acontecimientos
“Carlos Joaquín no vivimos ni felices ni seguros: ¡Despierta ¡ Art. 39 Constitucional: el pueblo te lo reclama. Prometiste un cambio y, todo sigue igual o peor”
La manta se desplegó la semana anterior en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, en la Riviera Maya por un centenar de personas ante la inoperancia del organismo judicial para dar seguimiento a supuestas irregularidades en la XV Legislatura liderada por el diputado Eduardo Martínez Arcila por el uso indebido de más de 100 millones de pesos destinados a programas sociales para la población más vulnerable.
Es indudable que Carlos Joaquín necesita de una “tregua”, que le permita recuperar los altibajos en su imagen y, la confianza de la ciudadanía según aseveran fuentes fidedignas cercanas al palacio de la 22 de Enero en Chetumal. Si esto sucediera, quizá el gobernador pueda realizar cambios y enroques que le den mayor fortaleza a su gestión y que la crisis no vaya in crescendo.
El gobierno estatal adolece de estrategia política. Es un barco q está a la deriva en la tempestad, sin una Rosa de los vientos q lo lleve a buen puerto. Los tripulantes y su capitán son fácilmente fagocitados por los múltiples problemas que se presentan a diario en la gestión. Pero, más allá de la falta de liderazgo concreto, la ausencia de personalidades políticas “fuertes” que tuvieron rápida salida como los dos referentes más importantes: Juan Vergara, el ex Sefiplan y Julián Ricalde, golpearon muy duro a una administración sin rumbo claro.
