Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
El método lo percibimos y, es perfectamente corroborable: persecuciones, proscripciones y vendettas se están utilizando con sutileza por el poder político, camino a las elecciones del 1ro. De julio en Quintana Roo.
La lección básica que no aprenden algunos políticos vernáculos es, meramente dialéctica, cuando Luis XIV (1638-1715) expresó la ambición absolutista con la frase: “El Estado soy yo”, no estaba haciendo otra cosa que inventar la guillotina.
Pero, en medio de esta disputada campaña electoral, ¿no es posible vislumbrar todavía, detrás de la potente retórica de algunos candidatos, ese ideal de una administración pública eficiente y honesta que tanto nos hace falta?
El PRI gobierno falló en los últimos sexenios y, también vivimos el desacierto en menor lapso de tiempo de la Coalición UNE, reconvertida en la Alianza “Por México al frente” para el próximo turno electoral. Le recordaría a quienes nos gobiernan el orden de valores que preside a la democracia, comenzando con que no es malo ambicionar el poder si a éste se lo percibe como un medio para el bien común. Sólo una visión de Estado en el largo plazo, sólo “cierta idea” de un cambio positivo para Quintana Roo, justificarían tanta ambición de poder.
El poder sólo se logra en democracia, a través de los votos. Ganar las elecciones sólo es entonces un objetivo legítimo en función del sueño que lo impulsa. Lo demás ya no es poder electoral de una Alianza, coalición, partido o de una persona y su entorno, sino, simplemente, electoralismo, esto es, la búsqueda del triunfo electoral por el triunfo mismo.
Quizás quienes gobiernan tenga intenciones más altas. Quizá tengan cierta idea no sólo de sus ambiciones sino también de Quintana Roo. Pero esta idea, si existe, está guardada bajo siete llaves, en el seno de una hermética relación familiar, de allegados e intereses económicos más que ciudadanos. Para que podamos creer lo contrario, faltan sólo treinta y cinco días, en cuyo transcurso el gobernador debiera confesarnos en qué piensa, más allá de sí mismo y, si esto tiene que ver con la calidad de vida y el desarrollo armónico y en seguridad de todos los quintanarroenses.
Punto de quiebre
El refranero popular tiene un dicho cierto y atinado, “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”.
No hay político que despotrique contra los ex gobernadores Félix González Canto y Roberto Borge Angulo que pueda poner a salvo su honorabilidad. Habría que dejar pasar dos generaciones para que vengan quienes no estén contaminados por haber colaborado por complicidad u omisión con los gobiernos de los últimos 4 sexenios
Al cierre de la semana pasada la diputada Patricia Carrillo aliada al gobierno en funciones, echó un manto de sospecha de quien o quienes pueden estar detrás del contubernio por la proscripción o tres strikes que la Justicia Electoral dio a José Luis Toledo Medina en la búsqueda de representar a la alianza “Por México al frente” como candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez.
El propio Toledo Medina emitió una proclama por redes sociales donde junto a su esposa expresan que seguirán peleando para lograr ser postulante a la presidencia de Cancún. Tiene todo el derecho de hacerlo porque se percibe, se nota que una conspiración de algún poderoso lo quiere dejar fuera de la política, temeroso que de ganar pueda posicionarse para la gobernación en 2022.
José Luis Toledo seguirá batallando en lo personal y en solitario contra los oscuros intereses del latifundio político que maneja Quintana Roo desde las sombras.
El variopinto mundo de la política local y las elecciones de julio
A los observadores de la política de México en general y, de Quintana Roo en particular, ya nada nos sorprende. Las heterogéneas alianzas electorales que se han conformado en el país en los últimos procesos electorales con asociación de vertientes ideológicas de lo más variada sirven para asaltar el poder sin intención de gobernar para las mayorías.
Todo tiene que ver con el deseo de llegar y, acumular poder aunque, los gobernantes no sepan a ciencia cierta qué hacer con él. “El fin justifica los medios”, expresa el Príncipe de Nicolás de Maquiavelo. ¿Qué une a estas alianzas políticas con una diversidad de componentes pseudoideològicos?: la naturaleza adictiva del poder , la obsesión de llevar adelante vendettas políticas personales y, fundamentalmente hacerse con el control del aparato económico del Estado que en Quintana Roo le perteneció al PRI –Gobierno, durante casi cuatro décadas y que, a los gobernantes actuales, sólo pretenden horadar las bases históricas del priismo , simulando expresar un cambio que no existe, utilizando las mismas estrategias, artimañas y, idéntico manual del PRI Gobierno. Hoy, nos damos cuenta que la misma corrupción estructural de sexenios anteriores no se ha erradicado y, los ejemplos están a la vista.
Al cierre
Sin lugar a dudas la puja por la alcaldía de Benito Juárez se ha convertido en la que más interés atrae en redes, plataformas digitales y, en medios de comunicación tradicionales.
Es destacable la campaña que viene realizando la candidata del PES, Niurka Sàliva de Sánchez quien ha planteado políticas y acciones en materia de seguridad como: mejoras en los seguros de las fuerzas de seguridad, salarios dignos. Dotar a la corporación policiaca de material para la realización de las labores de prevención y lucha contra el crimen, entre otras estrategias para combatir la creciente ola de inseguridad que vive los destinos de la zona Norte desde finales de 2016.