Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
Inicia el segundo set del sexenio de Carlos Joaquín González. En el primero tuvo la ventaja de Match point en su lucha contra la corrupción y, término Deuce, “iguales”, con la crisis de inseguridad y del sargazo.
Al gobernador le faltó mejorar el saque y, ahora, necesita encarecidamente: un punto para emparejar un partido que lo posicione como un buen mandatario. Pero, amigos, esto es la política: un territorio donde casi todo puede ser considerado imprevisible; en especial, los sueños alimentados más por los deseos que, por las realidades.
Vamos a suponer que en este segundo tercio de mandato, el gobernador sigue manteniendo las expectativas, la esperanza y el entusiasmo de los quintanarroenses, puntos que en las encuestas del propio gobernador y de sus detractores muestran guarismos más negativos que positivos en su imagen, que ya no despierta el entusiasmo ni en la ciudadanía, ni en sus allegados. Esta realidad incontrastable sumada a que la economía, está siendo poco generosa, la inseguridad no se aplaca, – las proyecciones nos ubicarían cerca de los 700 crímenes violentos a finales de 2018,-; lo que nos posicionaría entre los estados más violentos del país. Es por esto que urge que, el primer mandatario ponga un stop al derramamiento de sangre en las calles.
Pero, en este tema en especial, tiene un efecto “contrafuego” interesante ya que, más allá de las críticas recibidas por pasar a la órbita del estado el C4 de Solidaridad. La medida es atinada para poner en práctica si esa es su estrategia y, de manera conjunta con los municipios de Benito Juárez y Cozumel, el Mando Único Policial, restando funciones específicas a la policía de los municipios que no tienen capacidad ni ética ni operativa para combatir al crimen organizado.
El modelo planteado en Yucatán hace más de 12 años por el comandante Felipe Saiden Ojeda en épocas del ex gobernador Cervera Pacheco ha dado excelentes resultados a nuestros vecinos peninsulares. De implementarse en Quintana Roo, sería una iniciativa de política pública de seguridad que daría réditos a la administración joaquinista.
La crisis del sargazo y el mal manejo de esta problemática sumado a la deficiente promoción turística y los cortocircuitos con la industria hotelera es otra asignatura pendiente de Carlos Joaquín que, debería hacer cambios urgentes en la Secretaría de Turismo.
A fuer de ser honestos Quintana Roo no ha hecho la labor de promoción acorde a las circunstancias de las problemáticas de inseguridad y del sargazo que vive el Estado. Marisol Vanegas, la secretaria del ramo, ha sido poco contundente en la defensa de los atractivos turísticos, culturales y gastronómicos por encima de los temas puntuales que aquejan a nuestros destinos de sol y playa.
Los empresarios hoteleros están inquietos por la caída de las reservaciones para la temporada que inicia con el día de Acción de Gracias y fiestas decembrinas. El gobernador tiene que buscar un perfil acorde a la importancia de la Sedetur porque, – de turismo -, Carlos Joaquín es especialista. Su paso como presidente municipal de Solidaridad, como secretario de Turismo en el sexenio de su primo, el ex gobernador Félix González Canto; como su manejo como presidente de la comisión de Turismo en la Cámara de Diputados y su paso como Subsecretario de Innovación Turística de la Secretaría de Turismo Federal, lo confirman como quien más sabe de estos menesteres. Y, si un referente de la industria como es: Alex Zozaya, responsable de la mayor cadena hotelera de resorts del Caribe, está alertando sobre la gran caída en 2019 de las reservas en Cancún, hay que prestarle la debida atención.
El apoyo de los grandes hoteleros hacia Carlos Joaquín tiene como contraprestación que haga cambios en la secretaría de Turismo. El propio Alex Zozaya, declaro públicamente que “la secretaria Vanegas parece que solo quiere darle buenas noticias al Gobernador” y, no actúa en su función específica como lo debería hacer.
Otro referente de la industria en el plano político, la presidenta de la comisión de Turismo, diputada Gabriela Angulo Sauri, critica también, la gestión de la Sedetur y su titular, por no promover los proyectos de la zona Sur del Estado y, la inadmisible pérdida de 30 millones de pesos que debieron regresar a la Federación entre los que se cuentan seis millones de pesos para la apertura de las ruinas arqueológicas de Xcabal.
Efecto cortafuego
¿Cuáles serían entonces los motivos por los cuales la sociedad le daría al gobierno de Joaquín González el respaldo de confianza que necesita en el segundo tramo de su mandato para así poder seguir adelante con un gobierno sin sobresaltos?
La respuesta corresponde en exclusiva al terreno de la política, y, a pesar de sus conocidas limitaciones en ese aspecto, el Joaquinismo; debe profundizar su acción más exitosa: la de la lucha contra la corrupción y la falta de transparencia y, corregir los errores en los asuntos que hemos planteado al inicio. La lucha contra la corrupción es permanente y, debe seguir realizándose con los ex gobernadores y ex funcionarios que quedan por investigar, – todos sabemos quiénes son-, Pero, también, debe investigar a sus propios funcionarios y, por aquellos que toman su gestión como coto de “caza” para cometer latrocinio.
Carlos Joaquín tiene una carta ganadora que le generó la confianza del electorado. Ahora deberá profundizar su estrategia primigenia e ir contra funcionarios, diputados y cercanos al poder que siguiendo el mismo esquema de sexenios anteriores siguen invadiendo, despojando y, comprando al Estado tierras de gran plusvalía a precios miserables. Pero esto solo se consigue diferenciándose de lo peor que tienen los adversarios. Para eso, Carlos Joaquín supo desplegar en su momento, una estrategia poniendo especial énfasis en la transparencia, como una manera de polarizar con la corrupción.
Otro tema
El gobierno estatal deberá fijar la estrategia de cómo poner límites a los márgenes de movimiento de los municipios importantes en manos de la oposición que asumirán en los próximos días. La convivencia no será sencilla de cara a 2019, donde el Gobernador necesitara dar señales contundentes, de que su plan es el más apropiado para la ciudadanía en un escenario muy difícil que ya se perfila para los futuros presidentes municipales, fundamentalmente del corredor turístico que inicia en Cancún hasta la Riviera Maya y las islas, jaqueadas por la creciente inseguridad.