Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
Las conclusiones periciales dadas a conocer por el Subprocurador Legal y de Asuntos Internacionales de la PGR, Alberto Elías Beltrán por la explosión del ferry de Barcos Caribe, el pasado 21 de febrero descarta el supuesto de un atentado terrorista o la participación en activo del crimen organizado en el hecho que dejo más de una veintena de heridos en el muelle fiscal de Playa del Carmen.
Alberto Elías Beltrán expresó en conferencia de prensa que “Queda descartada la autoría de alguna organización terroristas o delincuencia organizada. No hubo reivindicación de ningún grupo tipo en este incidente. De crimen organizado se descarta porque actos como estos aumentan los niveles de seguridad en la zona”, a todo esto hizo hincapié en la valiosa colaboración de agentes federales del FBI y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos que estuvieron en los primeros tramos de la pericia investigativa al haber sido alcanzados por el “bombazo”, cinco ciudadanos estadounidenses. Descartada la hipótesis del atentado terrorista o del crimen organizado, queda ahora focalizar la pesquisa a otras líneas de investigación como un posible auto atentado o una hipótesis de “vendetta” hacia los propietarios de la empresa naviera ligados al ex gobernador Roberto Borge Ángulo.
No hay esclarecimiento del hecho y, se complica el panorama político en el Estado que desde la asunción del gobernador Carlos Joaquín González se ha visto inmersa en una escalada de violencia e inseguridad inédita en sus primeros 18 meses de gestión. Esto trae aparejadas una serie de circunstancias negativas para el primer mandatario estatal quien llego al poder con un alto nivel de adhesión popular.
Pese a los esfuerzos de su entorno por minimizar hechos y situaciones coyunturales, se conoce según fuentes fidedignas que, el gobernador, está muy molesto, en medio de este clima de tensión por la falta de apoyo público, que ya es inocultable de la Coalición PAN / PRD, que lo llevó al poder. Si bien algunos sostienen que Carlos Joaquín mantiene conversaciones con los principales referentes de la alianza UNE, vía contactos telefónicos, una fuente joaquinista y otra perredista confirmaron que desde diciembre pasado no hay mayor diálogo entre ellos.
El gobernador no se queja en público pero existiría cierta molestia por el desplante de su socio político perredista al no acompañarlo en la decisión que el diputado federal José Luis Toledo Medina, haya sido nominado como candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez, pues el mandatario sabe que es estratégico para su sexenio poder arrebatar a la oposición el municipio más próspero del Estado y, más allá de algunas diferencias el diputado federal es el único que mide bien, capaz de arrebatarle la presidencia municipal a la candidata de Morena, la impredecible Mara Lezama.
Fuentes del entorno del ·cuarto de guerra” de Joaquín González admiten que es probable que éste no haya promovido a Toledo Medina, pero, tampoco desalentó su negociación con Julián Ricalde Magaña y Jorge Aguilar Osorio.
Aunque no se lo vea, en público, el senador Félix González se está moviendo. Y no precisamente en tándem con Carlos Joaquín, sino realineando sus tropas para poder recuperar poder de fuego en Quintana Roo y condicionar las decisiones de sus rivales políticos.
Otro hecho que genera rispideces es la decisión del gobernador de no escuchar consejos del entorno familiar directo en el tema de la inseguridad El candidato a la presidencia Municipal de Cozumel, Pedro Joaquín Delbouis dio a entender en una declaración sesgada en las últimas horas a su regreso del Seatrade Cruise Global 2018 que “…No estamos conformes con lo que está pasando…” debería haber más colaboración entre los tres niveles de gobierno…”, palabras más palabras menos, En Fort Laurdelade. Florida el más joven de los Joaquín de “hueso colorado”, estuvo reunido con Michelle Paige, presidenta de la FCCA – Florida Caribbean Cruise Association y, con Giora Israel, vicepresidente de Carnival Corp, quienes fueron muy amigos de su abuelo, Don Nassim Joaquín Ibarra con quienes tenían intereses comerciales en común. Que lo trataron con la deferencia de su linaje pero, le externaron sus preocupaciones sobre destinos turísticos de Quintana Roo.
Pedro Joaquín habría sido advertido sobre el peligro potencial de que siga aumentando la espiral de violencia en Quintana Roo con el consiguiente perjuicio para la economía local. Pedro tomó nota mental de este asunto que seguramente ya estará en manos de quien es el tatich de la familia desde la muerte de Nassim Joaquín Ibarra-
“No me extrañaría que esta situación alimente una reunión cara a cara con funcionarios federales de primera línea y, la garantía de que no habrá un quiebre pues todos se necesitan para lo que hagan en el futuro”, graficó alguien que conoce bien a los Joaquines.
Pero más allá de toda esta situación la realidad es que el gobernador ha gastado parte de su capital político que se profundizó con la crisis del bombazo del 21 de febrero pasado a uno de los barcos de su principal enemigo político al quien prometió hacer encerrar y juzgar por sus actos de corrupción en contra de Quintana Roo. El ex gobernador Roberto Borge Ángulo.
Las consultoras que manejan niveles de adhesión del gobernador y políticos locales, off the record hablan de una caída de entre 6 y 10 puntos en sus mediciones de los niveles de popularidad del primer mandatario. Existe una pérdida de capital político a poco más de 100 días de las elecciones generales.
.Esos puntos de desmejoramiento en la gestión del gobernador los había mantenido y consolidado en el primer año de gobierno como capital político fuerte al cumplir con los postulados de su lucha contra la corrupción y falta de transparencia en administraciones pasadas. Un politólogo de la Ciudad de México me explicó café de por medio que “si no usas el capital político, se deprecia” y, Carlos Joaquín no se vio venir estos temas de inseguridad, atentado o auto atentados que crispa los ánimos de la gente y, el bolsillo, porque en el caso de Barcos Caribe, estos tenían una tarifa muy beneficiosa para todos aquellos que cruzan de la isla de Cozumel al macizo continental y viceversa diariamente.
El Gobierno además de los errores señalados y la falta de políticas públicas adecuadas en el tema de la inseguridad debe retomar la empatía que generaba con la gente, que ha decrecido por todo lo antes señalado.
En síntesis, el núcleo de los cuestionamientos apunta a la inseguridad y a algunos temas de gestión. Y, la gente común le asigna su descontento a la falta de reacción del Ejecutivo y, minimizan los avances logrados en la lucha contra la corrupción, reflejando un agotamiento de las expectativas y avances esperados.
Lo positivo es que a 18 meses de gobierno es lógico que haya agotamiento de las expectativas de la gente en ciertos temas y, también por la sucesión de eventos políticos que enturbian el escenario político a mediano término. Existe lo que se denomina un “un punto de quiebre”.
Por eso, urge que quizás, el pasivo “cuarto de guerra” como la parafernalia de la comunicación del gobierno joaquinista que ha ayudado poco en esta crisis al gobernador instale una agenda social novedosa para que Carlos Joaquín recomponga el vínculo con la sociedad en general, donde el planteo debe ser un cambio tendencial en el que la pérdida de imagen en la gestión no opaque la imagen del gobernador.