El poder que Carlos Romero Deschamps exhibió ante seis presidentes y 11 directores de Pemex se extinguió.
Ciudad de México.-Luego de 26 años, el polémico exsenador renunció como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
En un desplegado, aseguró que su decisión se debe a que en este gobierno enfrenta “un escenario poco favorable” porque se ve al gremio “como contrario” y no como un grupo que colabore al desarrollo de la petrolera.
Hoy, por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex hacia su consolidación”,dijo.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Deschamps, considerado uno de los líderes sindicales más corruptos en México, enfrenta dos investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito y operaciones inusuales.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, dijo que el exlíder renunció para atender indagatorias. “La decisión la tomó él para resolver su tema personal de las denuncias que tiene sobre un tema de obtención de ingresos”, subrayó.
Después de 26 años, Carlos Romero Deschamps renunció como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
En un desplegado, aseguró que su decisión tiene que ver con los desacuerdos entre el gremio de trabajadores y la actual administración de la empresa, pues considera que no hay cooperación y que se les ve como contrarios.
Por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex hacia su consolidación. Tal parece que se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex”, dijo.
Romero Deschamps, considerado como uno de los líderes más corruptos y el gremio que dirige más opaco, deja su cargo luego de las investigaciones que en su contra ya se están llevando a cabo tanto en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) como en la Fiscalía General de la República por presunto enriquecimiento ilícito y operaciones inusuales.
Sin embargo, el ahora exlíder sindical justificó su salida insistiendo en que la situación que prevalece entre la empresa y su administración ya no le permite cumplir con sus responsabilidades como secretario general del STPRM.
Consciente de que mi compromiso fundamental es garantizar la estabilidad de nuestra organización sindical y la defensa de los derechos de los trabajadores he decidido presentar en términos del artículo 37 de nuestros Estatutos Generales al Consejo General de Vigilancia mi renuncia al cargo de secretario general del Comité Ejecutivo General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana”.
Por último, pidió que se mantenga la unidad e integridad del sindicato, a fin de seguir sorteando lo que consideró amenazas y demostrar el “profundo amor a Pemex”.
SU GRAN PODER
Romero, nacido en Tampico, Tamaulipas, en 1943, llegó a la dirigencia sindical, de manera interina, en 1993. Inició su militancia en el PRI desde 1961, lo cual también le permitió ser senador y diputado en diversas ocasiones.
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Aun cuando había sido señalado por enriquecimiento ilícito y corrupción, sobre todo luego de que saliera a la luz la vida de lujos que llevaban sus dos hijos, Paulina y José Carlos Romero, se mantuvo en el cargo al menos por cinco sexenios.
Romero ha sido señalado de presunta corrupción y por usar los fondos del sindicato para enriquecerse. Sin embargo, nunca ha sido acusado formalmente.
Diversos medios han reportado la vida de lujo de Romero y su familia: Ferraris, relojes de oro de 18 quilates, yates y departamentos en las zonas más exclusivas de Miami son algunas de sus supuestas posesiones.
Sin tapujos, sus hijos han mostrado en redes sociales imágenes de sus viajes alrededor del mundo y de sus compras en tiendas de lujo.
Protagonizó el Pemexgate, el desvío de 500 mdp a las campañas del PRI en 2000. No se le fincó responsabilidad alguna.
Manuel Limón es diputado federal plurinominal por el PRI, del estado de Veracruz y ha ocupado diversos cargos dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, desde la llegada de Carlos Romero Deschamps a esa organización obrera.
Limón Hernández fue de los que se ampararon a principios de la década pasada luego que se giraron órdenes de aprehensión por peculado electoral a diversos dirigentes del sindicato petrolero involucrados en el llamado Pemexgate.
Desde 2011 los delitos por desviar 500 millones de pesos del sindicato petrolero a la campaña del excandidato Francisco Labastida Ochoa prescribieron, y dado que la entonces Procurduría General de la República no aportó mayores elementos a la investigación, un juez ordenó la prescripción.
Fue el entonces Institiuto Federal Electoral quien demostró que, al menos, ingresaron 500 millones de pesos a esa campaña provenientes del sindicato petrolero, por lo que se multó al PRI con mil millones de pesos.
Limón se desempeñó hasta ayer como secretario del Interior del sindicato y en años pasados fue secretario tesorero y secretario de vigilancia de esa organización obrera.
Tiene 73 años y su grado de escolaridad es de bachillerato.
En principio, Limón será secretario general interino por al menos seis meses y tendrá la encomienda de organizar elecciones para que la base trabajadora, más de 92 mil trabajadores en activo, elijan al nuevo dirigente nacional.
Limón Hernández es nativo de Agua Dulce, municipio al sur de Veracruz, donde nació en 1946.
Toda su familia, compuesta por sus padres y siete hermanos más, han sido obreros de Pemex y han laborado en Minatilán, pero él a los 16 años se trasladó a trabajar a la planta de Ciudad Mendoza, donde marcó su trayectoria pues ahí fue líder de su sección sindical, la 15.
EXLÍDER ENFRENTA DOS DENUNCIAS
El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que se hayan congelado las cuentas bancarias de Carlos Romero Deschamps, ahora exsecretario general del sindicato petrolero, como se dio a conocer ayer.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador indicó que sólo hay dos informes, dos denuncias en contra del líder sindical, las cuales fueron presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR), que es la que tiene la investigación correspondiente.
Creo que son relacionadas (las denuncias) con ingresos, con obtención de recursos, básicamente, ingresos obtenidos de investigaciones o avisos de Inteligencia Financiera de Hacienda”, dijo al preguntarle sobre este tema, luego de que se diera a conocer que fueron congeladas las cuentas bancarias de Romero y su familia.
Hay dos denuncias en la FGR; se enviaron las denuncias y los informes a la Fiscalía, que es la que tiene la investigación”, comentó.
NO HUBO PRESIÓN
En tanto, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, negó alguna presión del gobierno federal para que renunciara Romero Deschamps.
En entrevista, señaló que la decisión que asumió fue personal para atender una investigación que le sigue la Fiscalía General.
Él resolvió por su propia voluntad separarse del sindicato petrolero, no fuimos nosotros porque el señor Presidente me ha instruido a que respetemos de forma irrestricta la vida interna de los sindicatos”.
La decisión la tomó él para resolver su tema personal de las denuncias que tiene sobre un tema de obtención de ingresos. Él va resolver su situación ya no como líder”, subrayó.
La funcionaria reconoció haber tenido contacto directo con el dirigente, no de ahora, sino desde que asumió el poder el presidente López Obrador, quien la nombró representante única ante los líderes obreros y de organizaciones de la sociedad.
De hecho, recordó, mantuvo comunicación cuando se emprendió el combate a las bandas de robo de combustible.
La relación fue cordial y de respeto; fueron pláticas por WhatsApp, pero también de forma personal”, dijo.
SENADORES DIVIDEN OPINIONES
La renuncia de Carlos Romero Deschamps al liderazgo del sindicato petrolero fue una decisión personal, aseguró el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien admitió que sin duda el cambio de régimen que implica el actual gobierno fue un factor decisivo.
Yo, al menos, creía que iba a ocurrir hace ya tiempo. Nosotros no vamos a hacer leña del árbol caído, si hay alguna responsabilidad a la que él se deba de someter. Deber de hacerse, cuidando en todo momento la presunción de inocencia y el debido proceso”, resaltó Monreal.
Por su parte, el senador del PRI, Mario Zamora, aseguró que el partido no meterá las manos al fuego por nadie y afirmó que “mi abuelita decía ‘toma chocolate y paga lo que debes’.
Monreal y Zamora coincidieron con el panista Julén Rementería, en el sentido que debe respetarse la presunción de inocencia y cuidarse el debido proceso, por las investigaciones que existen contra el ahora exlíder petrolero, que llegó durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y trabajó con tres gobiernos priistas y dos panistas.
Napoleón Gómez Urrutia, líder de los mineros y presidente de la Comisión del Trabajo, del Senado, afirmó que esta renuncia muestra que se acabará con la corrupción en los sindicatos.
“Éste es un reflejo de los tiempos que estamos viviendo. Yo creo que a lo mejor hasta se había tardado un poco a llegar a esta situación”, expresó el dirigente.