El respeto a las creencias y tradiciones forma parte de los compromisos culturales que se contraen cuando se ofrece, desde la política, tomar las riendas de una sociedad que tiene la esperanza de ser representada con dignidad.
Cancún.- Los trabajos para la remodelación de el bulevar Colosio empezaron con la demolición y/o “remoción” de la Pirámide a los Aluxes construida en la década de los noventa, en Cancún, en una de las entradas al aeropuerto Internacional de Cancún representan una actitud contraria al respeto a la cultura regional.
Esta “casa” que se encuentra bajo el puente que va hacía el Aeropuerto Internacional de Cancún, construida como una ofrenda a los seres míticos de la región, pero también para impedir su furia contra los invasionistas que en su afán de desarrollo pisotean creencias y tradiciones.
Por el momento, el personal en el lugar recibió ordenes para hacer de la pirámide un “montón de piedras” y sin dar más detalles sobre el destino que tendrá este respetado monumento que garantizaba la seguridad del lugar y de quienes hicieran uso de él.
Desde la mañana del viernes 1 de julio, obreros contratados para la obra comenzaron los trabajos para retirar la pequeña pirámide que durante años ha captado la atención de nacionales y extranjeros.
Junto al monumento había al menos dos excavadoras y una lona a nombre del Grupo Canteras Peninsulares y de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Alrededor de seis obreros, con cincel y mazo en mano, removían piezas del monumento sin el cuidado de acomodarlas.
Fernando Martí Brito, presidente de la Sociedad Andrés Quintana Roo, declaró que a pesar de que el monumento no tiene gran valor estético o arquitectónico, forma parte de la gran riqueza cultural de Cancún.
“Los aluxes son una leyenda propia de Quintana Roo, con una consideración importante en la construcción del puente Nizuc-Cancún, ya que los obreros de esa obra, en respeto a las leyendas, mandaron hacer este monumento a los aluxes, tras notar que los cimientos de la obra se caían, o el material se dañaba, pero los aluxes no se reconocen como seres violentos, solo traviesos”, explicó.
Debido a que Cancún es una ciudad joven, de 52 años, hasta el momento no tiene establecida una ley que proteja a estos vestigios, como éste que tiene un valor simbólico e cultural para los ciudadanos.
Eso pasa por poner a gobernar a gente que no tiene interés ni respeto por la cultura maya. Un maya jamás le faltaría el respeto de esta manera a los aluxes como lo hace Mara Lezama.