Playa del Carmen, Q. Roo., 25 de mayo 2018.- En Solidaridad se llevó a cabo la ceremonia de despedida de los canoneros del pueblo de Pole hacia la isla de Cuzamil durante las actividades de la edición número 12 de la Travesía Sagrada Maya pero ante las condiciones climáticas adversas la Capitanía de Puerto de Playa del Carmen no permitió el cruce de los canoeros y se pospuso hasta la próxima semana informó Ilieana Rodríguez Cavazos, Directora de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Experiencia Xcaret.
La entrevistada señaló que ante cualquier situación la seguridad de los más de 370 participantes es primero por lo que se tomó la determinación aplazar la salida de los canoeros, ya que las tormenta tropical “Alberto” provocaría fuertes rachas de viento de más de 65 kilómetros por hora.
“Tomamos la decisión definitivamente por seguridad de los canoeros no cruzar hoy, los canoeros cruzarán después de seis meses de entrenamiento, es algo que esperan el próximo fin de semana, esperamos que el clima aminore estas lluvias y que podamos cruzar, este año tenemos 377, la Travesía Sagrada siempre trae aprendizajes, todo el tiempo, este año el aprendizaje es hoy no tenemos las condiciones correctas, espera a tener las condiciones correctas para hacer la travesía como la tienes que hacer”.
La entrevistada explicó que la ceremonia de despedida de los canoneros del pueblo de Pole hacia la isla de Cuzamil recrea una de las tradiciones más sagradas de la antigua cultura maya y concluyen con la peregrinación hacia la isla de Cozumel para adorar a la diosa Ixchel, los hombres y mujeres que participan hacen un impresionante recorrido en canoas sobre el mar Caribe.
Iliana Rodríguez recordó que la Travesía Sagrada Maya recrea esta parte de la historia de la cultura maya en la región, a través de sus rituales, danzas y ceremonias. Así mismo, dijo que se retoman las rutas de navegación de los antiguos peregrinos y comerciante mayas.
Por último la entrevistada indicó que con los 377 canoeros dijo que con esta cifra constituye el número más alto de participantes que ha tenido la Travesía desde su primera edición y que en busca de recuperar una tradición prehispánica que dejó de practicarse durante más de cinco siglos.
