Un equipo de investigadores del Centro Riken y la Universidad de Tokio, liderados por Takuzo Aida, ha desarrollado un nuevo plástico biodegradable y resistente que promete ser una solución al problema de la contaminación por microplásticos en océanos y suelos. Los resultados del trabajo se publicaron en la revista Science.
Este nuevo plástico se diferencia de los convencionales y los biodegradables actuales porque se descompone en agua de mar. Fabricado a partir de dos monómeros iónicos que forman puentes salinos reticulados, el material combina resistencia, flexibilidad y sostenibilidad.
El plástico no es tóxico ni inflamable, no genera emisiones de CO2, y puede remodelarse a altas temperaturas, como otros termoplásticos. Además, su composición permite que los enlaces moleculares se rompan fácilmente en condiciones adecuadas, como las que ofrece el agua salada.
La biodegradabilidad del material en el medio marino es un avance crucial, ya que los plásticos convencionales y algunos biodegradables, como el PLA, suelen acumularse en los océanos al no descomponerse en este entorno. Los microplásticos resultantes dañan la fauna marina, ingresan a la cadena alimentaria y afectan la salud humana.
“Con este nuevo material, hemos creado una familia de plásticos fuertes, estables y reciclables que no generan microplásticos”, destacó Aida en un comunicado.
Joaquín Martínez Urreaga, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, calificó este desarrollo como una propuesta innovadora y viable para mitigar la contaminación por plásticos, especialmente en los mares. Explicó que, a diferencia de los plásticos convencionales, los nuevos materiales se descomponen en condiciones naturales gracias a la salinidad del agua, lo que facilita su reciclaje y degradación.
Aunque el avance es prometedor, los expertos advierten que aún se necesitan estudios adicionales para escalar la producción y evaluar su viabilidad económica. Sin embargo, este desarrollo representa un importante paso hacia una solución sostenible frente a la crisis global de contaminación por plásticos.