Solicitan a AMLO respetar la zona donde habita la población más gran de Jaguares en Mexico
Lunes 14 de Marzo Playa del Carmen
El domingo 6 de marzo el Presidente López Obrador hizo una visita de supervisión a las obras de desmonte relacionadas con el tren maya en su trazo por Quintana Roo al oeste de Playa del Carmen, precisamente en las zonas que aún quedaban protegidas y en las que todavía se mueven muchos jaguares en lo que es la población más grande de jaguares de México. Se encontró con protestas en el terreno, ambientalistas y ciudadanos que exigían la suspensión total y definitiva de las obras de desmonte para evitar la pérdida del patrimonio de todos los mexicanos. En días recientes numerosos medios han cubierto los planes que el gobierno federal tiene programados para pasar la vía del tren maya precisamente sobre una zona particularmente frágil que afectará todo el ecosistema de la península de Yucatán:
- El acuífero subterráneo del que depende la biodiversidad, la agricultura, y toda la vida humana se está viendo afectado.
- Los ecosistemas subterráneos como cuevas, ríos subterraneos y cenotes, que albergan una gran diversidad de especies que proporcionan servicios ecosistémicos como el control de plagas agrícolas e insectos vectores de patógenos, la dispersión de semillas para la regeneración de las selvas, y la polinización de muchas plantas ecológica o económicamente importantes, serán destruidos. Además de la afectación en la recarga del acuífero y su conectividad de selva-humedal-laguna-costa-arrecifes. Con ello esos servicios se perderán.
- La fragmentación de la selva a raíz de la absoluta deforestación va a causar más pobreza, más pérdida de la biodiversidad, y los mexicanos afectados directa e indirectamente por este destrozo irracional sufrirán las consecuencias por las próximas cinco décadas, y eso asumiendo que ahí se detenga la deforestación.
El presidente firmó un acuerdo por el cual quería que sus obras de gran envergadura como el aeropuerto de la CDMX, la refinería de Dos Bocas, y el tren maya, quedaran exentas de atenerse a cualquier otra ley que representara una demora o un obstáculo. Ya un juez federal dictó sentencia indicando que ese intento de exentar las obras presidenciales es inconstitucional. Y sin embargo las obras continúan impunemente. Las protestas de habitantes de Playa del Carmen y de muchos otros sitios en Quintana Roo no se hicieron esperar. Mucha gente se dió cita en la zona sujeta activamente a deforestación y prepararon pancartas y letreros, con la esperanza de que el Presidente López Obrador se diera cuenta de las graves consecuencias del daño que se está causando. Los activistas también conformaron un SOS con rocas blancas, claramente visibles desde el helicóptero del Presidente. El presidente pasó por ahí en el helicóptero y es obvio que observó a los activistas.
La respuesta del presidente no se hizo esperar: a las 4 de la tarde, poco tiempo después de su paso por la zona, él tuiteó:
“Nuestros adversarios, con el apoyo de pseudoambientalistas y sus voceros, han montado una campaña en contra del Tren Maya, pero esta es nuestra versión:
En 1,500 km del tren solo se impactarán 100 hectáreas, la mayor parte acahuales; sin embargo, al mismo tiempo se están reforestando 200 mil hectáreas; se van a crear tres grandes parques naturales (18 mil hectáreas) y en las orillas de las vías se sembrarán hileras de árboles flor, como guayacán, maculí y flamboyán.
Somos de pueblo, nacimos y crecimos en el campo y desde niños aprendimos a cuidar y convivir con la naturaleza.
A este respecto, los firmantes debemos declarar:
- No somos sus adversarios; somos mexicanos comprometidos con México en todas sus dimensiones como lo demuestran las décadas de lucha para contribuir a un México mejor en todos los sentidos.
- No somos “pseudoambientalistas”. Muchos de nosotros llevamos décadas luchando por la protección del medio ambiente. Todas las administraciones de los últimos 30 años son testigo de nuestra lucha, de nuestro compromiso, y de nuestro interés en cuidar el patrimonio de todos los mexicanos. Hemos mostrado los errores y los aciertos de administraciones priistas, panistas, perredistas, y morenistas. El presidente no tiene la menor base para descalificarnos como pseudoambientalistas. ¡También somos pueblo!.
- No entendemos las cuentas del presidente cuando dice que en 1,500 kilómetros del tren sólo se impactarán 100 hectáreas. Si solamente en los 120 kilómetros que se están impactando ya del tramo 5 se van a deforestar un mínimo de 720 hectáreas. La deforestación final va a impactar órdenes de magnitud mucho mayores que sus 100 hectáreas, señor Presidente. 4.- Cuando el presidente dice que plantarán árboles flor como guayacán, maculí y flamboyán, demuestra su ignorancia respecto a la cultura maya, a la que ha descalificado en la construcción del tren. Está científicamente demostrado que los mayas antiguos eran maestros en el manejo de los bosques y después de desmontar áreas pequeñas para el cultivo de sus milpas, de una a tres hectáreas, y cuando ya la tierra no daba más, dejaban de cultivar esas tierras y sembraban árboles útiles como el chicozapote, la caoba o el propio guayacán. Pero los mayas nunca usarían una especie como el flamboyán, pues es una especie exótica invasora que carcome los ecosistemas mexicanos y que solo llegó a México hace menos de 300 años.
- Si el presidente es de pueblo y aprendió a convivir con la naturaleza, ¿porqué no se hace asesorar por los pueblos mayas, precisamente los que han luchado por la conservación de la Península?
Por todo lo anterior, exigimos al Presidente que:
1) Detenga TODOS LOS TRABAJOS referentes al tren maya de inmediato para impedir cualquier destrozo adicional a los ya causados, en tanto no se realicen las Manifestaciones de Impacto Ambiental, es una exigencia de las leyes más fundamentales en esta materia, y las medidas de mitigación determinadas por las propias MIAS.
2) Instale de inmediato mesas de consulta de verdad: diversas, plurales e incluyentes, sin dejar fuera a ningún actor cuyos intereses puedan ser afectados por el tren maya o cualquier otra de sus obras, y las recomendaciones de estas mesas de consulta, tengan el peso suficiente para ser consideradas vinculantes de manera obligatoria para todos los actores.
3) Realice reconocimientos a pie en toda el área y no permita que asesores o colaboradores cercanos a le informen de forma parcial, sesgada y no apegada a la realidad.
4) Debe crearse un programa de restauración ecológica (no de reforestación ni de “Sembrando vidas”) a largo plazo para las áreas ya deforestadas.
Confiamos en su sentido común, ningún Presidente querría dejar un legado de destrucción de la biodiversidad, del acuífero y de los servicios ecosistémicos. Señor Andrés Manuel López Obrador estamos más que dispuestos a dialogar en este y cualquier otro tema