Cancún.– La violencia que alcanzó a la base de taxis de Leona Vicario en días recientes volvió a tener eco cuando elementos del Grupo Centurión de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en coordinación con la Marina, detuvieron a dos presuntos implicados en delitos contra la salud, entre ellos un menor de apenas 12 años.
El operativo se llevó a cabo sobre la calle 10, entre las calles 33 y 31, en la supermanzana 63, donde los uniformados detectaron a dos individuos junto a una motocicleta. La escena, que parecía un simple encuentro callejero, levantó sospechas: intercambiaban pequeñas bolsitas de plástico que contenían vegetal verde y seco, con características de marihuana.
Tras la inspección, la sorpresa fue mayor. Los oficiales decomisaron 63 bolsitas con marihuana y 33 con fragmentos sólidos de cristal, además de un iPhone color lila tornasol, una mochila gris con negro, una motocicleta Italika sin placas y un casco negro. Todo lo anterior quedó como evidencia de la presunta operación de narcomenudeo que, según las primeras indagatorias, podría estar ligada a la agresión registrada en la base de taxis de Leona Vicario.
El caso llamó la atención por la corta edad de uno de los detenidos: J.E.A.B., de 12 años, quien fue canalizado a la Fiscalía Especializada en Menores. Su acompañante, identificado como Pablo Eduardo “N”, fue turnado a la Fiscalía Especializada en Combate al Delito de Narcomenudeo.
La detención pone nuevamente sobre la mesa la crudeza del fenómeno: mientras las autoridades aseguran que se trata de golpes al narcomenudeo, lo cierto es que detrás de las cifras y decomisos hay una realidad más grave: niños reclutados en la cadena criminal y barrios donde la droga circula a plena luz del día.
