**Al más puro estilo del narco, el comisario ejidal porteño ordena colocar una manta bajo el puente de la carretera federal en un intento por perpetuarse en el cargo que no merece
Por Alejandro Vargas González
El presidente de la Casa Ejidal de Puerto Morelos José Julio Ascencio Reynoso, vuelve a las andadas, y al más puro estilo del narco ordena colocar una manta bajo el puente vial de la carretera federal Cancún-Playa del Carmen en un intento por frenar la Asamblea que se realizará este martes y en la que seguramente será destituido por las transas que ha realizado a espaldas del máximo organo ejidal.
Destrás de ese mensaje amafiado está el intento de Asencio Reynoso por prolongar su salida para ocultar o desaparecer de la Casa Ejidal las huellas de alguna transacciones oscuras que realizó este personaje con las tierras que no son suyas, que le pertenecen a todos los ejidatarios.
A qué le teme Asencio Reynoso que busca impedir la realización este martes de la Asamblea de Ejidatarios de Puerto Morelos, si su destitución está más que decidida entre la comunidad ejidal, lo mismo será expulsarlo hoy o el próximo domingo.
Lo cierto es que nadie en el Ejido quiere prolongar la agonia del “moribundo” cargo de comisario ejidal, así como tampoco existe la creencia de que Asencio Reynoso quiera defender los usos y costumbres; y el reglamento del Ejido cuando él mismo fue quien lo ha pisoteado, haciendo a un lado una y otra vez a la Asamblea General en la toma de decisiones y pavonearse personalmente con lo que no le pertenece en su anhelo de buscar la candidatura a la presidencia municipal de Puerto Morelos.
Los malos manejos en los que seguramente incurrió Asencio Reynoso y su ambición de poder son los únicos motivos visibles por los que busca perpetuarse en el poder ya que desde su llegada no ha hecho nada en favor de los ejidatarios.
Por el contrario, acciones como las “mafiamanta”, la ola bots que ha ordenado que inhunden las redes sociales y el pago de entrevistas en periodicos locales con cargo al Ejido, son solo acciones desesperadas del hasta hoy comisario ejidal.
La verdad será puesta sobre la mesa este martes en la Casa Ejidal en donde la Asamblea General expresará su sentir decepcionanate por el pésimo papel de José Julio Asencio Reynoso, quien ha amasado una millonaria fortuna mediante despojos, traiciones y violencia.
Vale recordar un poco más quién es José Julio Asencio Reynoso, quien se esconde detrás de una máscara hipócrita para despojar a personas honestas y trabajadoras.
La historia perversa que persigue a José Julio Ascencio Reynoso tiene origen a principios de los años noventa cuando pasó de ser empleadillo del Centro Financiero Serfín a convertirse en el director del Instituto para la Vivienda de Quintana Roo, nombrado por Mario Villanueva Madrid a finales de 1995.
En poco tiempo, José Julio Ascencio Reynoso se convirtió en el hombre de todas las confianzas del ex mandatario estatal, a tal grado que fue su confidente, prestanombres para la adjudicación de grandes y codiciadas tierras en Quintana Roo y hasta maletero de millonarias cantidades de dólares.
Sólo por mencionar un caso, en enero de 1996, Asencio Reynoso por instrucciones de Villanueva Madrid se reunió con Francisco Brady, Francisco Javier Brady Haug, exdiseñador de portafolios de inversión de Operadora de Bolsa Serfín, SA, con quien recogió un millón de dólares en Banca Serfín de Tulum, dinero que nunca se supo en donde fue a parar y de dónde provenía.
Además, hay que tomar en cuenta que las desgracias de unos, han sido los mejores golpes de suerte para José Julio Asencio Reynoso.
Y si no, hay que recordar que cuando Mario Villanueva Madrid cayó en la cárcel cambió la vida de Asencio Reynoso, pues la fortuna le vino en cascada, pues era el prestanombres del exmandatario en desgracia. Este hecho le dio a Asencio Reynoso tierras en la codiciada Quinta Avenida y decenas de predios en la Colonia Colosio de Playa del Carmen; en la zona continental de Isla Mujeres; en Cancún y por supuesto en el ejido de Puerto Morelos.
Las tierras que posee en la actualidad y que se supone eran de Villanueva Madrid suman cientos de millones de pesos, mismos que no lo dejaron satisfecho, pues le hizo lo mismo a su ex jefe Francisco Alor Quezada.
La enfermedad que sufrió Alor Quezada le vino muy bien a Asencio Reynoso, pues “heredo” a la mala cientos de hectáreas en Puerto Morelos y Valladolid, y algunas propiedades menores en Cancún e Isla Mujeres.
Este tipo de acciones eran pan comido para Asensio Reynoso, pues la transa le viene de familia, solo hay que recordar que a su señor padre lo desaforaron y encarcelaron en Chetumal por desaparecer 300 millones de pesos federales ya hace algunos ayeres.
En Puerto Morelos, José Julio Asencio Reynoso también ha intentado hacer de las suyas. Solo por mencionar algunos ejemplos, hay que recordar el intento de atraer inversiones de los países árabes, en específico la de uno de los jeques de Kuwait a quien decepcionó por la falta de seriedad y sobre todo de opacidad con la que se manejó Asencio Reynoso las negociaciones que nunca reporto a la máxima autoridad del Ejido, la Asamblea.
A las malas acciones de Asencio Reynoso se le tiene que sumar su amañado afán protagónico pues además de hacer caravana con sombrero ajeno, al ponerse siempre él en el centro de los reflectores, pretendía aparentar ante sus víctimas que él y solo él tenía el poder de decisión sobre los bienes del ejido de Puerto Morelos.
La codicia de este personaje que transpira voracidad, lo llevó a provocar constantes desordenes en la tenencia de la tierra para después capitalizarlas a su favor. En su afán de buscar la candidatura a la presidencia municipal, Asencio Reynoso donó por sus pistolas predios a la iglesia católica, y al DIF municipal esta última aún pendiente.
Quizá la donación tenga un espíritu de benevolencia para los beneficiarios, pero Asencio Reynoso no lo ve así. Él es un profesional del despojo, los desórdenes en la tenencia de la tierra los crea para luego el sacar ventaja con el paso del tiempo y revenderlos a terceros pues sabe las anomalías y como desvaratarlas y arrebatárselos a sus confiados beneficiarios.
Además, vuelve a salir él como el protagonista y benefactor haciendo a un lado a la Asamblea general del Ejido. Siempre él por delante, haciendo de lado a los ejidatarios de Puerto Morelos, al querer vender hectáreas en centavos de dólar para luego beneficiarse con millonarias cantidades de euros con sus turbios negocios de venta bajo la mesa.
