Chetumal, 14 de agosto de 2017. – El estado de Quintana Roo comienza a detectar problemas en el suministro y contaminación del agua, además de que es previsible que en una docena de años se comiencen también a registrar problemas de desabasto en algunas zonas de la entidad, alertó la diputada Laura Beristain Navarrete, quien convocó a comenzar a trabajar en un plan hídrico con el cual enfrentar esta situación.
La legisladora, presidenta de la Comisión de Salud y Asistencia Social, participó en el Taller Internacional de Estrategias Regionales para la Gestión de los Acuíferos Transfronterizos que organizó la UNAM del 7 al 11 de agosto; ahí Beristain Navarrete realizó una exposición de la situación hidrológica que vive Quintana Roo, derivada de varios factores como: características del suelo y de los acuíferos, el histórico crecimiento poblacional y económico de la entidad, y el mal uso y manejo del agua.
“Este escenario es importante para conocer lo grave que puede ser la escasez del agua, pues actualmente Quintana Roo tiene una población de un millón 325 mil 578 habitantes de acuerdo con el censo del INEGI de 2010 y tiene una cobertura estatal de agua potable cercana al 98%, según la Comisión de Alcantarillado y Agua Potable (CAPA) en su reporte 2011-2016. Ello ubica a la entidad por encima de la media nacional que está en 91.2% de cobertura según la CONAGUA”, explicó la diputada.
Sin embargo, la diputada Beristain señaló que, no obstante, como consecuencia de las altas tasas de crecimiento poblacional, aparecen asentamientos humanos irregulares que carecen del servicio de agua formalmente, lo que los lleva a recurrir a diversas prácticas para conseguirla como conexiones clandestinas a líneas de conducción y redes primarias, a la compra de agua en pipas y pozos ilegales.
Para el año 2030, Quintana Roo alcanzará -según datos de la CONAPO- una población cercana a los dos millones 232 mil 702 habitantes (tasa de crecimiento de 2.47 % anual), por lo cual va enfrentar una crisis de desabasto de agua potable, alertó. “En la Riviera Maya y Cancún el panorama es preocupante, ya que al igual que Los Cabos, las costas de Oaxaca, Guerrero, y Jalisco, alcanzaron desde 2006 su punto de quiebre en el que la demanda supera la oferta hídrica sustentable. Cancún inevitablemente, tendrá que buscar nuevas fuentes de abasto de agua dulce antes del año 2030, ya que sus actuales fuentes hídricas se están agotando”, dijo.
“Tampoco se cuenta con los servicios de drenaje sanitario y saneamiento necesarios, por lo que se utilizan sistemas alternativos para la evacuación de las aguas residuales como letrinas o fosas sépticas mal diseñadas lo que afecta directamente a las corrientes de agua subterránea. Con ello se corre el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales y cutáneas, al consumir el agua subterránea o por realizar actividades recreativas en lagunas, cenotes, o el mar, puesto que estas corrientes se encuentran conectadas directamente con ellos, teniendo incluso repercusión y poniendo en riesgo la actividad turística”, comentó.
Con respecto a la calidad del agua, expuso la legisladora ante especialistas internacionales, Quintana Roo se divide en tres regiones geográficas: la costa tiene agua de regular calidad (sódico-clorurada); la parte central de norte a sur cuenta con agua de calidad media (cálcico bicarbonatada), y la parte oeste del estado, con aguas duras (sulfato cálcico).
“El problema de dureza, rebasando los parámetros de la NOM-127-SSA1-1994, genera en los usuarios dermatitis, pérdida del cabello, problemas gastrointestinales y renales, y daños a las instalaciones sanitarias de los hogares, y electrodomésticos”, dijo.
En el tema administrativo, la diputada por el PRD señaló que otro conflicto que enfrenta la crisis hidrológica del Estado, es institucional derivado del negocio de la privatización del sistema de agua potable, desde 1993.
Esta concesión para la empresa Aguakán, primero en Isla Mujeres y Cancún, y después en Playa del Carmen, continúa a pesar de haber incumplido con los términos de la concesión, lo que afecta a los ciudadanos con mal servicio y tarifas excesivamente altas.
“La corrupción les ha permitido ampliar el contrato hasta el 2053, y extenderlo a Playa del Carmen, Municipio de Solidaridad, donde de manera ilegal, se han hecho cargo de este servicio público con tarifas excesivas y pésima calidad de agua, desde el 2014”, indicó.
La legisladora del PRD expuso las diversas acciones que ha llevado a cabo desde el Congreso como solicitar la revocación de la concesión a Aguakán; la supervisión de la autoridad de salud y municipal respecto a la calidad del agua, y una modificación a la ley de tarifas para reducirlas en más del 50%.
“El agua es un derecho humano, del agua depende la vida y la salud de las personas, por eso mi incansable lucha por este derecho”, concluyó la diputada Beristain.