Sedena dispara contra migrantes en Chiapas: seis fallecidos y 10 heridos

El martes por la noche, cerca de las 9:00 p.m., elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) dispararon contra una camioneta de redilas en una carretera de Chiapas. El vehículo, que viajaba junto a otros dos a exceso de velocidad, fue confundido con integrantes de grupos delincuenciales. Como resultado, seis migrantes murieron y 10 más resultaron heridos. Entre las víctimas se encuentran personas de Egipto, Nepal, Cuba, India, Pakistán y de Medio Oriente.

La Sedena informó a través de un comunicado que los dos militares responsables de los disparos han sido separados de sus funciones y están bajo la disposición de la Fiscalía General de la República (FGR). Además, la Fiscalía General de Justicia Militar realizará investigaciones para evaluar posibles faltas a la disciplina militar.

El incidente ocurrió cuando los militares detectaron una camioneta tipo pick-up que circulaba a alta velocidad. Al intentar evadir al personal militar, otros dos vehículos de redilas siguieron al primero, lo que llevó a los soldados a disparar, creyendo que se trataba de vehículos utilizados por grupos delincuenciales en la región. Sin embargo, en los vehículos viajaban 33 migrantes en total.

Cuatro migrantes murieron en el lugar del incidente, mientras que dos más fueron declarados muertos al llegar al Hospital General de Huixtla, Chiapas. Entre los sobrevivientes, 10 personas resultaron heridas y recibieron atención médica, mientras que 17 migrantes ilesos fueron entregados al Instituto Nacional de Migración (INM).

Este trágico incidente ocurrió el mismo día en que se promulgó en el Diario Oficial de la Federación la adhesión de la Guardia Nacional a la Sedena. La reforma, aprobada recientemente por el Congreso, ha sido criticada por la oposición y organismos de derechos humanos, como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), que advierte sobre el riesgo de militarización del país.

El Centro Prodh ha señalado que la incorporación total de la Guardia Nacional a la Sedena se ha llevado a cabo sin diseñar controles civiles efectivos, lo que podría generar un “camino sin retorno” hacia la militarización de las instituciones de seguridad en México.