La comunidad de Santa María Ostula, perteneciente al municipio de Aquila, en Michoacán, se encuentra bajo fuego desde el 1 de julio por presuntos sujetos armados del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Hace apenas cuatro días la comunidad celebraba el 15 aniversario de la recuperación de las tierras de Xayakalan.
En la fiesta, las autodefensas de la comunidad nahua recordaron cómo a base de fuego y sangre, expulsaron a partidos políticos y narcotraficantes, alcanzando un relativo periodo de paz, porque continuamente han enfrentado a grupos delictivos.
Sin embargo, el 1 de julio “regresaron los ataques armados” en los puntos de vigilancia de la Guardia Comunal y apenas hace 24 horas fueron atacados con drones “así como detonaciones de armas de grueso calibre, en los cerros que rodean la encargatura (autoridad temporal) de la Cofradía de Ostula”.
A través de un comunicado, la comunidad nahua de Santa María Ostula relató los hechos.
A las 5:00 de la tarde, presuntos integrantes del CJNG llegaron a las zonas donde transitan los civiles, y fueron repelidos por la Guardia Comunal. La refriega entre los dos grupos no se limitó a áreas abiertas, por el contrario, se registró entre casas, la escuela, y en adelante.
“Esta vez el CJNG atacó a la población civil sin distingo y mandó grupos de alrededor de 50 criminales cada uno a rodear a una población desarmada e integrada principalmente por mujeres, niños y personas de la tercera edad”, explica el comunicado.
La comunidad de Santa María Ostula acusa a las autoridades de Michoacán de ignorar su situación, no atender la emergencia “y desactivar la embestida criminal”.
Las autodefensas de Ostula responsabilizan de estos ataques, entre otras personas, al exlíder Cemeí Verdía Zepeda, quien apenas hace tres días perdió a su hija en una agresión en la ciudad de Colima.
Las guardias comunales de Ostula, junto con las de Aquila y Coahuayan, advirtieron que continuarán sus “acciones para combatir la delincuencia organizada en la región”, asimismo acusaron a autoridades locales y mandos militares de estar detrás de los ataques.
Sin ayuda militar y policiaca, las autodefensas de Santa María Ostula se liberaron de los Caballeros Templarios.
El 29 de junio pasado, en el discurso conmemorativo de la recuperación de las tierras de Xayakalan, la comunidad recordaban la “incertidumbre, dolor, y fuerza con la que se movilizó la comunidad para recuperar sus tierras, que estaban planeadas para usar para grandes proyectos millonarios, en donde nosotros, indígenas nahuas, no estábamos incluidos”.
Desde entonces la comunidad restableció “la vida comunal”, había clases en las escuelas, celebraban fiestas religiosas y familiares, la siembra y cosecha era situación de orgullo, y el turismo nacional e internacional atraído por el cuidado de tortugas iba creciendo.
“En las tierras que ahora ven, anteriormente se hacían fiestas entre criminales, se desaparecía gente, se asesinaba, se descargaban lanchas cargadas de droga y actualmente hay escuelas, iglesia, se trabajan las tierras y se disfruta de la naturaleza. Eliminamos proyectos de muerte y construimos proyectos de vida”, indicó.
La tranquilidad creció bajo el ojo de una Guardia Comunal que desplegada en varios puntos vigilaba los accesos a varias comunidades y en numerosas ocasiones lograron repeler los intentos de invasiones de grupos delictivos.
Desde entonces los ataques contra esta comunidad han sido constantes, en los meses de febrero, abril y mayo han enfrentado agresiones presuntamente del CJNG.