El Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre el primer ataque ucraniano con misiles balísticos de fabricación estadounidense ATACMS contra una instalación militar en la región fronteriza de Briansk, al oeste de Rusia. Según el comunicado oficial difundido en Telegram, el ataque se perpetró a las 3:25 de la madrugada, logrando las defensas antiaéreas rusas derribar cinco de los misiles, mientras que los fragmentos de un sexto impactaron en el recinto militar.
Detalles del Incidente
El ataque, que provocó un incendio rápidamente controlado, no dejó víctimas ni heridos. Las baterías antiaéreas S-400 y Pantsir fueron responsables de neutralizar los misiles, según el Ministerio. Este evento marca el primer uso confirmado de los misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos, en el conflicto.
Previamente, el Estado Mayor ucraniano había informado sobre un ataque exitoso contra un arsenal ruso en Briansk, sin proporcionar detalles sobre el armamento utilizado.
Autorización de Estados Unidos
Según medios occidentales, el presidente de EE.UU., Joe Biden, autorizó a Ucrania el uso de misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso, inicialmente limitando el permiso a la región fronteriza de Kursk, parcialmente ocupada por Ucrania desde agosto. Este ataque en Briansk podría representar una ampliación en el rango de operaciones permitidas a las fuerzas ucranianas.
Reacciones desde Rusia
En respuesta a la decisión de Washington, el presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó una nueva doctrina nuclear que permite el uso de armas atómicas en caso de un ataque convencional contra territorio ruso. Este movimiento eleva aún más las tensiones en un conflicto que ya ha escalado con la introducción de armamento avanzado de largo alcance.
Implicaciones Estratégicas
El uso de los misiles ATACMS, con capacidad para alcanzar objetivos a más de 300 kilómetros, representa un cambio significativo en el poder ofensivo de Ucrania, reforzado por el apoyo militar estadounidense. Este ataque podría intensificar la respuesta militar de Rusia y aumentar la presión internacional sobre los países que respaldan a Kiev.
La situación en la región fronteriza sigue siendo tensa, mientras los actores internacionales observan con cautela las posibles repercusiones de este nuevo episodio en el conflicto.