Mérida, Yucatán, 10 de abril 2018.-Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lograron operar con éxito en Yucatán a una bebé que nació con el intestino grueso y delgado, estómago, vejiga y otros tejidos fuera del abdomen.
El padecimiento de la niña que nació en octubre del año pasado, conocido como astrosquisis, es un defecto del nacimiento que se presenta cuando los músculos de la pared abdominal del bebé no se forman correctamente al inicio de la gestación, provocando que los órganos se salgan del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo.
Por lo general, este tipo de defectos se dan con mayor frecuencia en madres jóvenes y adolescentes que tienen antecedentes de consumo de tabaco, alcohol, drogas o problemas que ocasionan embarazos de alto riesgo.
De acuerdo con el Instituto, la detección del padecimiento fue realizada de forma oportuna por médicos de la Unidad de Medicina Familiar No. 57 “La Ceiba”, a través de un ultrasonido realizado a la madre de 20 años de edad en la consulta de control prenatal.
La malformación requería de cirugía al momento de nacer, por lo que se programó la cesárea a las 36 semanas de gestación.
Así que en cuanto la niña nació, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para realizarle la primera cirugía, en la que colocaron una cubierta y una semana después, cuando creció la cavidad del abdomen, se practicó la siguiente operación, en donde juntaron los músculos del abdomen y se realizó el cierre del mismo.
De acuerdo con los especialistas de Yucatán, a cinco meses de nacida, la bebé se recupera, y con un cuidado y seguimiento adecuados podrá tener una vida sin mayores complicaciones.
Intervención de alta especialidad
Gastrosquisis es el nombre de la malformación que presentaba la bebé al momento de nacer.
La niña nació en octubre del año pasado y su condición era grave y de alto riesgo, no sólo por el nacimiento prematuro y bajo peso (un kilo 600 gramos), sino por las dos cirugías que debían realizarse de forma urgente para colocar dichos órganos en su lugar.
Al haber tenido una exposición al líquido amniótico durante la de gestación, la bebé presentó inflamación y al no haber movilidad natural de los intestinos, ya que al realizar la cirugía están paralizados, se le dio alimentación vía intravenosa por dos semanas.
Lo más complicado al realizar una cirugía a un bebé tan pequeño es que su tejido es muy delgado y frágil, que se desgarra con facilidad si no se tiene cuidado.
Por lo común se le diagnostica por medio de una ultrasonografía o con pruebas de líquido amniótico.
La gastrosquisis es una de de las malformaciones más frecuentes en recién nacidos. (Información: Excélsior/ Fotografía: IMSS).