Cancún, Q. Roo, 11 de Junio 2018.-La presencia de organizaciones criminales ha incrementado en el sureste del país, mientras que en Quintana Roo, a pesar de ser un mercado abierto donde conviven varias células delictivas, se ha incrementado la presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Para el investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, especialista en el estudio de dinámicas territoriales y mapeo de organizaciones criminales, Víctor Manuel Sánchez Valdés, el sureste del país tiene presencia importante de personajes remanentes de “Los Zetas” que han mutado en otras partes del país como el Cártel del Noreste. Este grupo tiene participación en Chiapas, Tabasco y una parte de Campeche.
A pesar de que ya existen otras agrupaciones criminales como son el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Noreste con ex integrantes de “Los Zetas” operando en Chiapas, Oaxaca y Quintana Roo, en el sureste se ha incrementado la participación del CJNG.
El especialista detalló que en el caso de Quintana Roo en los destinos turísticos como Cancún existe una peculiaridad con la plaza del crimen organizado, ya que a diferencia de otras partes del país, en esta zona turística no existe una organización criminal dominante, por lo que conviven para realizar diferentes actividades ilegales.
Cancún por ser una zona territorial con desarrollo económico producto del turismo, hace atractiva la plaza no solo para la venta de narcóticos, sino también la extorsión, trata de personas y lavado de dinero.
“Hay una serie de recursos ilegales que se le pueden ofrecer a los turistas porque resultan rentables para las organizaciones criminales como el narcomenudeo, prostitución, trata de personas, lavado de dinero, es decir, en invertir en diferentes tipos de negocios ayuda a blanquear activos porque la bonanza económica de la región hace que no sea raro que un restaurante, hotel o una discoteca sea rentable, llama menos la atención lavar dinero en Cancún que lavarlo en Hermosillo o Culiacán”, dijo el especialista en organizaciones criminales.
El investigador aseveró que en Cancún desde hace un década atrás se ha dado el arresto de integrantes del Cartel de Sinaloa, “Los Zetas”, el Cártel del Golfo, “Los Caballeros Templarios” y hasta de “La Familia Michoacana”, por lo que señalar a través del gobierno federal y estatal que en los destinos turísticos de Quintana Roo solo operan células delictivas es un despropósito.
“En Cancún no es que se pueda producir droga, tiene que llegar de algún lado y tiene que llegar de un proveedor mayor es decir habrá quien la venda en las esquinas, en los hoteles, en las discotecas, pero le tiene que llegar de algún lado, lo que implica la necesidad de existencia de un cártel”, señaló.
De acuerdo con datos extraoficiales de la Fiscalía de Quintana Roo, sólo en el primer cuatrimestre de 2018 en Cancún han ocurrido 171 homicidios, la mayoría relacionado con la delincuencia organizada, algunos de los asesinatos catalogados por la autoridad con signos de violencia extrema.
Sobre el aumento de violencia en destinos turísticos del estado, el investigador de dinámicas territoriales de organizaciones criminales explicó que forma parte de la lucha normal de territorios entre grupos rivales y que el posible incremento de los método para ejercer violencia se debe a que uno de los carteles está considerando garantizar el monopolio de las actividades ilegales que realizan en la entidad.
“Cancún siempre ha sido como un territorio libre donde conviven y coexisten muchas organizaciones criminales donde sin duda habrá violencia pero era una violencia acotada, porque no había una organización que estuviera suficientemente fuerte para acabar con todas las células rivales que actuaban en la ciudad, parece ser que hay una organización que quizá está considerando la posibilidad de tratar de garantizar el monopolio de las actividades ilegales en Cancún”, dijo Sánchez Valdés.
Los métodos que utilizan los grupos criminales son causar temor a la población pero también a las autoridades, una de las estrategias que utilizan para dominar una zona es garantizar la cooperación de los cuerpos policiacos, quienes en caso de sumarse, participan con actividades de contención y avisos, se convierten en “halcones” de las organizaciones, también toleran actividades ilegales, facilitan la impunidad y apoyan en la lucha contra competidores criminales, detalló el experto. (Agencias).