José María Morelos. – La creciente devastación de la selva en el ejido Kilómetro 50, en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, ha generado alarma entre sus habitantes, quienes denuncian la tala clandestina de chicozapote y otras especies nativas. Heliodoro Mex Colli, residente de la zona, señaló que los ejidatarios ya habían sido alertados sobre esta práctica ilegal durante la administración pasada. Según Mex Colli, la madera de estos árboles estaría siendo transportada hacia la Riviera Maya para abastecer diversas demandas de la zona.
En una inspección reciente, se constató la presencia de cientos de árboles de chicozapote talados, dejando al descubierto grandes troncos. “Están los enormes troncos cortados, donde una gran cantidad de estos árboles han sido devastados”, enfatizó Mex Colli, quien pidió a las autoridades locales y ejidales tomar medidas para detener la destrucción.
Durante el recorrido, también se observaron pequeñas matas de zapote, lo que motivó a Mex Colli a solicitar programas de rescate para esta especie, así como un cambio en el enfoque de los apoyos forestales, actualmente centrados en cedro y caoba. Hace décadas, el chicozapote era utilizado por los pobladores para producir chicle, una tradición que ha sido prácticamente abandonada ante la disminución de estos árboles.
Mex Colli lamentó la explotación irracional y señaló que administradores del ejido han permitido la venta de madera a empresas, colaborando en esta actividad ilegal. Los habitantes piden la intervención de las autoridades para frenar el impacto ambiental en esta zona selvática.