El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, declaró este domingo que la misión de la ONU permanecerá en el sur de Líbano, rechazando las demandas del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de retirar a los cascos azules de la zona de conflicto.
“A pesar de los ataques (…) el personal de FINUL permanece en sus posiciones y la bandera de las Naciones Unidas sigue ondeando”, afirmó Guterres en un comunicado. Además, subrayó que la “seguridad e integridad” de las fuerzas de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) “debe garantizarse y respetarse en todo momento”, destacando la inviolabilidad de la ONU.
Estas declaraciones se dieron luego de que Netanyahu, en un mensaje grabado, instara a Guterres a evacuar a las fuerzas de la ONU de la zona, argumentando que la misión actúa como “escudos humanos” para el grupo chií libanés Hezbolá.
El conflicto se intensificó este domingo cuando dos tanques israelíes ingresaron por la fuerza en una base de la FINUL en el sur del Líbano, lo que Guterres calificó como un incidente “profundamente preocupante”. La FINUL acusó al Ejército israelí de poner en peligro a sus soldados, quienes fueron expuestos a disparos cercanos y humo, lo que causó efectos en la salud de 15 efectivos.
Mientras tanto, Hezbolá reivindicó un ataque contra una brigada israelí en Haifa, con un saldo de cuatro soldados muertos y siete gravemente heridos. Israel continuó con su campaña de bombardeos en el Líbano, afectando principalmente el sur, el este y los suburbios del sur de Beirut, forzando el desplazamiento de miles de personas desde que comenzaron los ataques a finales de septiembre.