EFE.- Un grupo de 30 migrantes que trataban de cruzar por el punto 36 de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, recibieron este martes a pedradas a un convoy de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano.
Los migrantes reclamaron que desde la noche del lunes los han hostigado e incluso acusaron que lesionaron a un niño en la cabeza.
Los agentes del INM no repelieron la agresión, pero forzaron a los migrantes a retirarse del lugar y los acompañaron junto con un grupo de periodistas, entre ellos EFE, por la orilla del río Bravo hacia el oriente, por unos 10 kilómetros.
Los migrantes, de distintos países, aprovecharon para quejarse de delitos cometidos en su contra y pidieron la presencia de organismos humanitarios.
Desde el lunes, un grupo de más de 100 agentes migratorios arribaron a la ciudad e implementaron un operativo para evitar que los migrantes acampen o se instalen en la orilla del río Bravo.
Este martes por la mañana los migrantes esperaban para cruzar el río Bravo, cuando unos 30 agentes del INM llegaron a bordo de seis vehículos, que fueron recibidos a pedradas y luego se dio un enfrentamiento verbal.
“¡Súbanme en una patrulla y me corto las venas, estoy cansado de que nos roben ustedes mismos!”, retaba un migrante a los agentes que los escoltaban por la orilla del río.
Durante el recorrido, una de las mujeres del grupo se desmayó y uno de ellos cayó al piso por una lesión en el pie. Ambos fueron asistidos por otros migrantes.
“Los mismos agentes de migración nos entregaron al cártel, nos robaron, a un primo le quitaron la cédula de identidad, y le exigieron 5 mil pesos para que se la regresaran”, reclamó otro de los migrantes en la trifulca.
Ge Mirazocar, una mujer médico procedente de Venezuela, dijo que la noche del lunes los agentes de migración los atacaron.
Es indignante lo que nos están haciendo las autoridades mexicanas. Yo fui secuestrada por el INM en el famoso viaje de La Fortuna, donde me quitaron 6 mil pesos y mi teléfono, también nos agarró el cártel, la policía estatal también te detiene y te quita plata y amenaza con deportarte si no les pagas”, dijo la profesionista.
Además, dijo que ella y su hijo, así como los otros niños del contingente, llevan seis días sin comida ni agua.
“Cuando vino la prensa le empezaron a dar agua a los niños, a uno le dieron con una piedra en la cabeza. Uno viene a apoyarse en las autoridades mexicanas, pero aquí no se puede. Te lanzan a Tapachula, a Bello Horizonte o a Tabasco”, dijo.
Alberto Rafael González Méndez, quien también llegó desde Venezuela hace cinco días, denunció que durante el enfrentamiento los agentes amenazaron con llevarlos a Tapachula, pero al llegar la prensa se abstuvieron de detenerlos.
“Nos está correteando, anoche nos cayeron a piedras. Nos quieren llevar para Tapachula, no nos dan una solución, les preguntamos a dónde nos van a deportar y nos dicen que para donde quieran porque ellos son la autoridad”, señaló el venezolano durante la caminata junto a la frontera.
La frontera entre Ciudad Juárez y El Paso ha sido epicentro del flujo migratorio desde 2023, cuando México reportó una subida de cerca del 77% en la migración irregular, con más de 782 mil extranjeros indocumentados detectados.