La madrugada del lunes 23 de septiembre, una explosión fuera del estadio Carlos Vega Villalva, en plena celebración de la Feria Nacional de Zacatecas, dejó un saldo de 14 personas heridas, entre ellas un bebé de cinco meses.
Inicialmente, las autoridades locales informaron que la explosión fue causada por una acumulación de gas. Sin embargo, la situación cambió este martes cuando aparecieron mantas en varios puntos de la capital de Zacatecas y el municipio de Guadalupe, lo que aumentó las sospechas de un posible atentado vinculado a la delincuencia organizada.
La explosión ocurrió durante un concierto de los intérpretes de música regional mexicana Julión Álvarez y Alfredo Olivas, quienes presentaban su espectáculo “Prófugos del anexo”. El estallido, que tuvo lugar cerca de la 1:00 de la madrugada, se produjo en la avenida de Los Deportes, a un costado de un camión de la Policía Estatal Preventiva y patrullas municipales.
El secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes, informó inicialmente de seis personas heridas, pero el lunes por la mañana actualizó la cifra a 14, de las cuales dos necesitaron cirugía. Afortunadamente, se reportan fuera de peligro.
En medio de la incertidumbre, la diputada federal Noemí Luna exigió una investigación exhaustiva al gobierno de David Monreal, señalando que no se han encontrado pruebas de la acumulación de gas como causa del incidente. Además, mencionó que a algunos de los lesionados se les extrajeron esquirlas, lo que refuerza la teoría de un atentado.
Luna subrayó que la explosión no ocurrió en una zona de puestos ambulantes, sino entre dos unidades de seguridad pública. La diputada criticó a las autoridades por presuntamente ocultar información en un esfuerzo por mostrar una reducción artificial de los homicidios en Zacatecas.
En este contexto, la demanda de esclarecer los hechos aumenta, especialmente ante la declaración del “2024 Año de la Paz en Zacatecas”, un intento del Congreso estatal por promover la paz en un estado asediado por la violencia.