Especialistas alertan sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares por falta de control de la hipertensión arterial en México

Las enfermedades cardiovasculares son consideradas como la principal causa de muerte en los mexicanos, cobrando 223 mil vidas en 2023

La falta de control de la hipertensión arterial, que afecta a más de 30 millones de mexicanos, representa una amenaza para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el país, alertaron especialistas durante una conferencia de prensa. El cardiólogo Diego Araiza explicó que el 50 % de los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen antecedentes de hipertensión, y que esta condición es responsable del 30 al 40 % de los eventos vasculares cerebrales.

En el marco del Día Mundial del Corazón, celebrado el 29 de septiembre, los expertos recordaron que las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de mortalidad a nivel global, con más de 20.5 millones de muertes anuales. En México, solo en 2023, estos padecimientos cobraron 223 mil vidas, lo que subraya la necesidad de implementar estrategias para prevenir, diagnosticar y tratar sus factores de riesgo.

Araiza también destacó que la insuficiencia cardíaca, una condición debilitante y potencialmente mortal, es la principal causa de hospitalización en mayores de 65 años en países desarrollados. En México, se estima que entre 2.5 y 3 millones de personas la padecen, y si no se detecta o trata adecuadamente, la probabilidad de muerte es muy alta, superando incluso la de varios tipos de cáncer.

Por su parte, Daniel Sánchez Arriola, miembro de la Sociedad Mexicana de Emergencia, advirtió sobre el impacto del evento vascular cerebral, una afección devastadora que cada año afecta a 14 millones de personas en el mundo y provoca más de 6 millones de muertes. Este tipo de infarto cerebral puede causar alteraciones neuronales permanentes o la muerte si no se atiende en un plazo de 4.5 horas desde los primeros síntomas.

Ambos especialistas hicieron un llamado a la adopción de estrategias preventivas y cambios en el estilo de vida, así como al uso de innovaciones terapéuticas para controlar la hipertensión arterial y reducir el riesgo de complicaciones graves como la insuficiencia cardíaca y el evento vascular cerebral.