Elemento de GN acosa a conductora de Uber, le pide bajar a sus pasajeros

Cancún. – En las inmediaciones de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Cancún, dos turistas estadounidenses vivieron momentos de tensión luego de que un elemento de la Guardia Nacional (GN), identificado como Tolentino, presuntamente acosara a la conductora de un vehículo de Uber y exigiera que las pasajeras descendieran del automóvil.

El incidente ocurrió mientras la conductora, quien se encontraba grabando los hechos, intentaba calmar a las turistas, quienes entraron en una crisis nerviosa debido a la situación. Según el relato de la conductora, el elemento federal habría solicitado la cancelación del servicio a raíz de presiones de transportistas locales conocidos como “piratas”.

“¿Quiénes son ellos para llegar y amedrentar al turismo? Son mujeres, vienen solas. Deja que nos vayamos”, expresó la conductora durante la confrontación.

Denuncian complicidad de las autoridades

Águeda Esperilla, vocera de los conductores de Uber en Cancún, condenó el actuar de la Guardia Nacional, señalando que parece dar prioridad a evitar conflictos con los transportistas tradicionales en lugar de garantizar la seguridad de los visitantes. Asimismo, indicó que, pese a contar con un amparo que respalda la operación de Uber en la entidad, las autoridades no lo respetan.

“Hemos informado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sobre el amparo desde hace semanas, pero siguen lanzándose la bolita”, afirmó Esperilla, quien también instó a la gobernadora a tomar medidas inmediatas para proteger a los conductores de Uber y a los turistas.

Multas excesivas y acoso a conductores

La vocera destacó que las sanciones contra los conductores de la plataforma han aumentado, especialmente durante la temporada alta. Hasta la fecha, aproximadamente 30 conductores han sido multados, con sanciones que ascienden a 54 mil pesos, más los costos de grúas y corralones. Estas acciones, según los afectados, reflejan complicidad entre las autoridades y los transportistas “piratas”.

El caso pone en evidencia las tensiones entre los servicios de transporte de aplicaciones digitales y los transportistas locales, así como la necesidad de garantizar un entorno seguro y justo tanto para los turistas como para quienes trabajan en estas plataformas.