Cancún. – La reciente detención de tres individuos en posesión de marihuana, cristal y armas de fuego en la concurrida Avenida Kukulkán de Cancún pone en evidencia una problemática recurrente en las zonas turísticas: la presencia del narcotráfico a pequeña escala. A pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el incidente suscita preocupaciones sobre la efectividad de las estrategias de seguridad y la protección de habitantes y turistas.
El operativo resultó en el decomiso de 225 bolsitas de marihuana, 43 de cristal, dos armas de fuego y un vehículo, además de la captura de los tres implicados. Sin embargo, la ubicación de la detención, en una zona turística clave frente a Plaza Caracol, resalta una inquietante realidad: el narcotráfico sigue operando en áreas concurridas por turistas internacionales, generando una percepción de inseguridad que afecta tanto a residentes como a visitantes.
Aunque la captura de Jorge “N”, Miguel “N” y Carlos “N” es un paso en la dirección correcta, la facilidad con la que intentaron huir en un vehículo Nissan Versa antes de ser interceptados plantea dudas sobre la eficacia de la vigilancia en estos espacios. Además, la posesión de armas de fuego, una de ellas de origen brasileño, subraya fallas en las medidas de control para prevenir que estas lleguen a manos criminales.
Es evidente que las autoridades locales deben actuar con mayor contundencia. Las acciones reactivas, aunque valiosas, resultan insuficientes frente a un problema que requiere un enfoque preventivo más agresivo. Las zonas turísticas y residenciales deben ser verdaderamente seguras, y esto solo se logrará con una estrategia de seguridad integral y continua que trascienda las detenciones aisladas.