Playa del Carmen. – Ambientalistas han denunciado el impacto ambiental que generan las explosiones con dinamita ejecutadas por el Ejército en la zona maya de Quintana Roo, donde se realizan labores extractivas de roca caliza para la construcción del Tren Maya, específicamente en el tramo 6. Las detonaciones constantes han provocado fracturas en el manto freático y contaminado el agua dulce en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, donde habitan diversas comunidades mayas.
En una publicación de José Urbina Bravo, buzo de cuevas y fundador del colectivo Sélvame del Tren, compartida en redes sociales, se observa el momento exacto de una explosión que desgarra una cantera, seguida de imágenes donde el agua subterránea aflora a la superficie. Según Urbina, el material fue recopilado por habitantes de las comunidades afectadas en sus terrenos comunales. La denuncia puede verse en su cuenta de X, anteriormente Twitter, bajo el nombre “Pepe Tiburón”.
El tramo 6 del Tren Maya, que se extiende por 255 kilómetros desde Tulum hasta Chetumal, atraviesa áreas de selva virgen y pasa cerca del sistema lagunar de Bacalar, llegando hasta el aeropuerto de Chetumal. Los trabajos, bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incluyen la extracción de material pétreo con permisos provisionales otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La Sedena ha presentado siete Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) para regularizar la extracción de roca en el centro y sur de Quintana Roo. Sin embargo, ambientalistas critican el uso de explosivos para estas actividades, comparando la situación con la que ocurrió con Calica, una empresa trasnacional que por años extrajo caliza en Playa del Carmen para su exportación a Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha adelantado que los terrenos de Calica serán declarados área natural protegida en septiembre, un área cercana a donde el Ejército continúa con la extracción de roca para el Tren Maya.