Cultura

Bien sabéis conciudadanos, que España subyugó a México con el derecho del más fuerte. Su imperio fundado sobre la injusticia no podía sostenerlo sino también con la injusticia. Así lo hizo en efecto: Descuido la EDUCACIÓN de los mexicanos y le cerró las puertas de las CIENCIAS para hacerlos olvidar completamente sus DERECHOS. Les inculcó las doctrinas de una ciega obediencia, para obligarlos a reconocer la esclavitud como el primero de sus DEBERES.
Mezcló la política con la religión para revestir a sus máximas de una veneración que solo a DIOS…es DEBIDA.
Tal es la conducta que observó España para dominarnos. Aislar, corromper, intimidar y dividir esas fueron las máximas de su política cruel. ¿Y cuál fue el resultado de todo esto?

Nuestra miseria, nuestro embrutecimiento, nuestra degradación y nuestra esclavitud por trescientos años*
El abandono lamentable en que se halla reducida la educación primaria.
Por otra parte…la intolerancia política por la que se persigue y se aborrece al hombre, porque haciendo uso de su RAZÓN piensa de este o de otro modo.
El menosprecio de las ARTES Y de las CIENCIAS. El aborrecimiento al TRABAJO, el AMOR a los VICIOS y a la HOLGAZANERÍA. El deseo de vivir de los destinos públicos a costa de los sudores del pueblo. En fin la protección que se dispensa al hombre inepto y prostituido y la persecución innoble que se declara al ciudadano HONRADO, que conociendo la DIGNIDAD de su ser no se doblega al capricho de otro hombre.

España las adoptó porque al fin era conquistadora y se propuso a oprimir y sojuzgar una colonia de esclavos.
Pero nosotros que formamos una NACIÓN LIBRE Y SOBERANA, nosotros que hemos adoptado la forma de gobierno republicano. Debemos premiar la VIRTUD y el merecimiento donde quiere que se encuentre y DESPRECIAR a aquellos hombres que careciendo de méritos personales intentan asaltar los puestos públicos por la Adulación, por la bajeza, por la vil superchería y por la infamia.
Arreglando nuestra conducta a buenos PRINCIPIOS seremos entonces VERDADEROS INDEPENDIENTES de las armas de Castilla y de sus añejas y perniciosas costumbres.

Entonces nuestra LIBERTAD no será para nosotros un vano nombre ni una red que se tiene al pueblo para sacrificarlo. Entonces nos TEMERÁN nuestros ENEMIGOS y nos RESPETARÁN nuestro VECINOS.
Entonces la PAZ y la CONCORDIA reinarán entre nosotros y nuestra patria llegará a ser la tierra clásica del HONOR, de la MODERACIÓN y de la JUSTICIA.Y entonces…finalmente el árbol santo de la LIBERTAD echará raíces muy profundas y a la sombra de sus frondosas ramas descansarán felices nuestros hijos y nos colmarán de ETERNAS BENDICIONES.
BENITO PABLO JUÁREZ GARCIA

*Agregar doscientos años más, nos darán quinientos años en total con el mismo procedimiento.
Responsable de editarlo Arq. Alfredo Muñoz Valadez (984) 129 19 61 *epaekbalam@hotmail.com