La noche del miércoles, una nueva caravana migrante compuesta por aproximadamente 2,000 personas partió del Parque Bicentenario en Tapachula, Chiapas, con la intención de llegar a Estados Unidos antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente.
Entre los integrantes de la caravana se encuentran hombres, mujeres y niños provenientes de Venezuela, Honduras, Cuba, Haití, Colombia, Ecuador y República Dominicana.
La primera parada programada será el municipio de Huehuetán, donde los migrantes descansarán durante unas horas antes de reanudar su camino hacia el norte.
Ante este fenómeno migratorio, el Gobierno de México ha fortalecido la atención en su frontera sur, particularmente en Tapachula, donde las autoridades están proporcionando información, orientación a instituciones, atención médica y charlas dirigidas a personas indocumentadas interesadas en solicitar asilo en México o regularizar su situación migratoria.
Según cifras oficiales, hay 44,000 solicitudes de refugio registradas, pero más de 20,000 personas aún no han iniciado trámites migratorios o desconocen cómo hacerlo. Las autoridades han enfatizado el respeto a los derechos humanos de los migrantes durante estas labores de atención.
Esta caravana representa un nuevo desafío en el contexto de los flujos migratorios hacia Estados Unidos y evidencia la necesidad de una coordinación internacional para abordar de manera integral las causas y consecuencias de estos movimientos masivos.