Cancún.- Para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador el tema de la devastación de Calica no es prioridad, pues solo atacó a ambientalistas que se oponen a la devastación por obras del Tren Maya.
Al respeto dijo que “somos de pueblo, nacimos y crecimos en el campo y desde niños aprendimos a cuidar y convivir con la naturaleza”, tras sobrevolar el Tramo 5 del Tren Maya para verificar los avances de esta obra en Quintana Roo y al conocer de las protestas de grupos ambientalistas, a quienes calificó de adversarios y de pseudo ambientalistas, dio su propia versión sobre estos hechos
“En mil 500 kilómetros del Tren Maya, solo se impactarán 100 hectáreas; la mayor parte son acahuales, dijo tras aseverar que simultáneamente se están reforestando 200 mil hectáreas.
Agregó: “se van a crear tres grandes parques naturales que suman 18 mil hectáreas y en las orillas de las vías se sembrarán hileras de árboles flor como guayacán, maculí y flamboyán”, aseveró, en respuesta a los reclamos de colectivos y ambientalistas quienes piden no se dañen los ecosistemas de la selva baja de Quintana Roo, caracterizados por su fragilidad, ser zona cavernosa y con una intrincada red de cenotes que se comunican entre sí y dan sustento a la flora y fauna de la zona, acusando que las obras se realizan sin estudios previos de impacto ambiental.
