Por Carlos Alberto Rosales
@Carlos85458323
2018 se está convirtiendo por una cantidadinmensamente mayor de crímenes violentos en relación a 2017 en el año en que los ciudadanos vivimos en peligro.
491 ejecuciones en Benito Juárez, 54 en Solidaridad más la veintena entre Puerto Morelos, Tulum y Othón P Blanco nos posicionan en el top ten del ranking de inseguridad nacional.
Estamos atravesando por una situación de excepción en materia de seguridad en un estado donde este tipo de fenómenos no existía hasta hace un par de años. Pero. La buena noticia quizás es que, Carlos Joaquín, el gobernador, tomo una buena decisión con la designación del abogado, especialista en seguridad Alberto Capella Ibarra al frente de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Su designación en septiembre pasado fue polémica pero, a dos meses de gestión se percibe que la sensación de inseguridad empieza a ser menor pese, a los crímenes violentos diarios que rutinariamente se conocen en Cancún y Playa del Carmen, fruto éstos de una recomposición y retirada de las bandas criminales que no encuentran ya, la facilidad de desplazamientos que tenían en los primeros años del presente sexenio.
Las nuevas bases de la Policía Estatal construidas en Playa del Carmen, Tulum, Cozumel y, Chetumal más la implementación de la primera etapa de instalación de cámaras de video vigilancia y, fundamentalmente, la aceptación de parte de los municipios del Mando único Policial, está logrando que se ralentice la violencia en Quintana Roo. Esa es la percepción que referentes de la Iniciativa Privada (IP) y, la propia ciudadanía comienza a percibir.
Capella Ibarra, es un profesionista en seguridad que sabe cómo atacar la problemática de la violencia organizada que se comenzó a enquistar en Quintana Roo a partir de enero 2017, con el atentado criminal a la discoteque Blue Parrot en Playa del Carmen y el posterior ataque a la Vice fiscalía de la Zona Norte en Cancún de parte de un grupo de sicarios tratando de rescatar a la responsable del Cartel de Cancún, la ex policía Leticia Rodríguez Lara; mejor conocida como “Doña Lety” o “La 40”, que en poco tiempo desplazo a otros cárteles en Cancún, posesionándose con el control de la venta de narcóticos en la zona hotelera y en otros sitios del corredor de la Riviera Maya.
En general, a dos meses de su llegada a la Secretaría de Seguridad, Alberto Capella ha demostrado resultados concretos como los que obtuvo en su paso como Comisionado de Seguridad de la gestión del ex gobernador Graco Ramírez en Morelos.
Allí, es de destacar que articulando la figura del Mando Único Policial logró bajar el índice de robos violentos, secuestros, secuestros, violaciones y feminicidios según índices de Semáforo Delictivo Nacional.
Solidaridad en la picota
Los alcaldes de Morena, están demostrando que para administrar sus jurisdicciones son bastante limitados o, esa es la percepción ciudadana sobre Laura Beristaín Navarrete y, sus pares Mara Lezama de Benito Juárez y Hernán Pastrana en Othón P Blanco.
Pero, focalicemos nuestro comentario en Solidaridad donde el poder municipal estárepartido entre la familia Beristain Navarrete y otras tribus locales que no dan pie con bola en la solución integral de la problemática que inquieta a los solidarences.
Uno de los puntos más urticantes es el de la seguridad, en la que la edil de Playa del Carmen parecería pretende jugar una lucha de “fuercitas” con el propio gobernador, al no adherir a la figura del Mando único, pese al traslado del C4, por su antecesora en el cargo, la neo joaquinista y poco efectiva ex edil Cristina Torres.
Es sabido que la presidente municipal de Solidaridad no simpatiza con el entorno del presidente electo Andrés Manuel LópezObrador (AMLO) y, tiene también algunos enemigos declarados en el CEN de Morena donde la consideran una “arribista”.
Beristaín Navarrete impuso unilateralmente un impasse hasta el próximo 1ª de diciembre en el delicado asunto del Mando único, negándose a que la Policía Municipal de Solidaridad pasaráa la órbita estatal, aduciendo que lo decidirá de acuerdo a las directivas que reciba de AMLO y del futuro director de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.
Alfonso Durazo, es un “duro” en la jerga policiaca que será responsable para erradicar la ola de violencia que sufre México a como délugar: reprimiendo a los narco criminales, otorgando amnistía a alguno de ellos o, buscando impulsar la vieja doctrina de los territorios asignados que en los 90 se llevó a cabo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, donde los carteles de la época teníanun territorio asignado y sí, violaban los acuerdos no escritos eran reprimidos violentamente por el aparato de la seguridad del Estado.
El propio López Obrador en enero de este año indicó que su estrategia de seguridad se sustentaría en la creación del Mando único Policial y, en recrear, nuevamente una secretaría de Seguridad Pública, desmantelada durante el sexenio peñista.
También, tienen en carpeta junto a la próxima secretaría de Gobernación, Olga SánchezCordero, con quien han organizado los denominados “foros de la paz”, el diseño de una ley de amnistía para los narcos criminales. El futuro Director de Seguridad Pública, específico días pasados que será “una ley…” porque si se hablara de amnistía exclusivamente, se daría lugar a que la sociedad piense que sería una iniciativa discrecional del futuro presidente de la República que, presentó su plan de seguridad dirigido a entregar a las Fuerzas Armadas el mando de las operaciones de seguridad pública en México.
Si con todos estos elementos a mano, La alcalde Laura Beristaín, la juega de “fuercitas” con el gobernador, está demostrando su limitado nivel de negociación cuando todo hace suponer que la ruta a seguir es la que definió Carlos Joaquín González cuando decidió que Alberto Capella Ibarra sería el “hombre fuerte” encargado de erradicar la insoportable oleada de violencia que vivimos, además del antecedente de la visión centralista que AMLO está demostrando para la solución de las grandes problemáticas del País, en la que la inseguridad es uno de los temas que más lo desvela.
